Señoría, vaya terminando

EL Parlamento Andaluz fue el primero en mostrar los bienes y patrimonio de sus autonómicas señorías. Y ahora, la expresión es de su presidenta Fuensanta Coves, ha vuelto a desnudarse con una iniciativa sin precedentes en la vida parlamentaria. Un insólito grupo mixto formado por 15 diputados y diputadas aparcó rencillas y diferencias para unirse en un singular Diario de Sesiones: un libro titulado Seré Breve que recoge poemas y relatos de estos inquilinos del Hospital de las Cinco Llagas.

Se puede hacer una lectura política del libro: el PSOE también gana con mayoría absoluta en este terreno, gracias al voto de calidad de la presidenta de la Cámara, Fuensanta Coves, autora de un hermoso relato en el que demuestra ser buena lectora de Monterroso. Izquierda Unida firma un 20% de los relatos -tres de sus cinco diputados-, lo que José Manuel Mariscal, político y militante de la poesía, espera que sea "premonitorio" de su futura representación.

Faltaron las dos escritoras del PP, Ángeles Isaac García, de Torreblascopedro (Jaén), y María C. Sacramento, de Punta Umbría. El PA quedó inédito en las elecciones, pero el prólogo lo escribe el otrora diputado andalucista y hoy novelista de éxito José Calvo Poyato. El epílogo es de Mario Vargas Llosa, que al perder las elecciones con Fujimori brindó a sus lectores el mayor de sus triunfos.

Subieron a la tribuna de la presentación un prócer malagueño, Antonio Garrido Moraga (PP), un granadino del Albaicín, Francisco José Álvarez de la Chica (PSOE), y un madrileño hijo de emigrantes cordobeses, el susodicho Mariscal, que propuso un título alternativo para el libro: Señoría, vaya usted terminando.

Sus electores pueden ahora ser sus lectores. Una fecunda tradición esta relación entre parlamentarismo y literatura: Martínez de la Rosa, Pérez Galdós, Juan Valera, Manuel Azaña, Blasco Ibáñez, Rafael Alberti. No mencionaron a Azorín o a Carlos Barral. Se fotografiaron en el patio del Parlamento, junto a la estatua en la que Blas Infante sostiene en sus manos un ejemplar de El Ideal Andaluz. La ausencia de la representación femenina del PP redujo a trece el número de autores, reforzados para evitar suspicacias de agorero con la presencia de Ana Gavín, directora del Fundación José Manuel Lara que ha participado en la edición.

La presentación tuvo lugar en la biblioteca del Parlamento Andaluz, que invita a escapadas artúricas. Los tres mosqueteros, con la anuencia de su ladi Coves, se turnaron en el uso de la palabra. Álvarez de la Chica reivindicó esta armonía entre política y creaciónque obstruye el vértigo de la vida pública "que todo lo ocupa y todo lo tapa". Garrido Moraga fue de 2000 a 2004 director del instituto Cervantes de Nueva York, donde le sucedió Antonio Muñoz Molina, y al final del acto abrazó a su antiguo compañero de claustro universitario Rafael de Cózar. Cervantes, dijo este diputado, se decantó por Lepanto en su disyuntiva entre la pluma y la espada. Los diputados invierten la elección, aunque no faltan lepantos en la geofísica mundial.

Hace falta más poesía en la política y más política en la poesía. Vasos comunicantes que defiende José Manuel Mariscal, comunista y niño de la transición. Hace falta estar ciego es el título de la edición sobre poética del compromiso que coordinó en Visor. Ha publicado un poemario titulado la filosofía de los semáforos. José Juan Díaz Trillo fue director del festival de cine de Huelva en 1994 y durante siete años lideró la oposición municipal a Pedro Rodríguez en el Ayuntamiento de Huelva. Ha publicado el libro de poesía De varia lección.

Seis poetas y nueve prosistas componen esta moción de aire fresco. De la coordinación se encargaron los periodistas Jorge Molina y Carmen Carballo, oficio del que llegó a la política Miguel Ángel Vázquez, que se reconcilia con un verbo ya aparcado, publicar, para dar rienda suelta al poeta que lleva dentro. Además de los nombrados, están en el libro Francisco Armijo, José Luis Blanco, Ignacio García Rodríguez, Mar Moreno, Susana Rivas, Verónica Pérez y Pedro Vaquero, que escribe un relato erótico sobre Sor Úrsula, la monja del Parlamento. A Fuensanta Coves le gustaría que la iniciativa fuera anual.

Diego Valderas, coordinador de Izquierda Unida, se sentó al lado de Esperanza Oña, del PP. No volvía la pinza. Era literatura.