Sevilla y Málaga: Un 'lobby' para romper tópicos e impulsar un crecimiento común

Todo comenzó en un juicio hace poco más de dos años. En un lado de la sala se encontraba Manuel del Valle Arévalo, ex alcalde de Sevilla entre 1983 y 1991. En la banda opuesta, Luis Merino, ex primer edil de Málaga de 1977 a 1979. Ambos políticos de signos contrarios (el primero del PSOE, el segundo de UCD). En ese pleito defendían como letrados a las partes enfrentadas. Entre una conversación y otra salió el sinsentido de la rivalidad existente entre Sevilla y Málaga. Y con ella una idea, trabajar en común para lograr un entendimiento. Todo maduró a principios de año en la iniciativa ciudadana Unión Cívica del Sur (Civisur). El objetivo está claro: promover la cooperación urbana entre ambas ciudades. En la búsqueda de puntos de encuentros y el desarrollo de proyectos en común vienen trabajando de manera altruista un grupo de destacados profesionales de diferentes sectores (ex políticos, empresarios o arquitectos, entre otros).

"No tiene sentido que haya una competencia cateta entre ciudades". Juan Espadas subrayó este miércoles que la apuesta es la cooperación para que ambas crezcan y se desarrollen. "Si Málaga tiene el aeropuerto más potente, también debe de ser entrada de turismo para Sevilla. Si hay que decidir una oferta cultural, ¿por qué no coordinarse?". Tras sus encuentros anteriores con Susana Díaz, presidenta de la Junta de Andalucía, y el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, la última parada de Civisur para presentar la iniciativa fue el Ayuntamiento de Sevilla. "Hay que trabajar codo con codo con el alcalde de Málaga para potenciar este foro y crear un ámbito de cooperación que multiplique nuestra capacidad", señaló el primer edil antes de destacar que las dos provincias suman más del 40% del Producto Interior Bruto (PIB) andaluz y tres millones de habitantes. La plataforma tiene previsto desgranar el contenido de esta iniciativa, que "hace visible a la sociedad civil", en dos semanas. Del Valle y Merino propusieron desterrar la "pelusa" de la rivalidad y promover una "idea de conjunto" como punta de lanza del crecimiento de Andalucía. "El objetivo es crear sinergias y elementos de cohesión, ambas ciudades son plenamente complementarias en muchas cosas y pueden pujar juntas en materia de infraestructuras, cultura, universidad o medio ambiente". Con sede en Málaga, cuenta con una comisión ejecutiva y cuatro comisiones temáticas sobre cultura, infraestructura, investigación y urbanismo. Entre sus socios se encuentran los consejeros autonómicos Antonio Ramírez de Arellano y Adelaida de la Calle; el ex presidente de la Junta José Rodriguez de la Borbolla; el presidente del Banco Europeo de Finanzas y vicepresidente de Unicaja, Manuel Atencia; o el presidente de Ayesa, José Luis Manzanares Japón, entro otros.

Las universidades de Sevilla y Málaga ya han dado una buena lección del camino a seguir. Estas dos instituciones educativas superaron tópicos y presentaron un proyecto conjunto en octubre de 2010. Andalucía Tech, que es como se llama el proyecto que une a estas dos provincias que tradicionalmente se han dado la espalda. Une e involucra a muchas de las empresas y centros investigadores punteros de las orillas occidental y oriental de Andalucía.

La idea no es nueva. Fue en noviembre de 2009 cuando el entonces portavoz del grupo municipal del PP lanzó la idea de crear un eje de cooperación entre Sevilla y Málaga. La iniciativa la planteó Juan Ignacio Zoido delante del alcalde malagueño en una conferencia sobre el futuro de los ayuntamientos andaluces en el siglo XXI. En aquella ocasión el popular aseguró que "la unión de esfuerzos favorecería a las dos ciudades", una sinergia que las convertiría en "un inmenso territorio inteligente, que identifique la potencia del sur de Europa".

Aquella propuesta quedó precisamente en eso, en una promesa que no se retomó. Desde entonces la pugna entre ambas ciudades ha seguido latente y no han sido pocas las veces que Zoido -ya como alcalde- ha comprobado cómo se tensaba la relación con su compañero de partido, Francisco de la Torre, en asuntos como la ley de capitalidad que beneficia a Sevilla. La última salida de tono la protagonizó el ex alcalde popular: "Jamás tendrán lo que tiene Sevilla". Esta frase la realizó tras recibir muchas críticas al conocerse que la primera sede del Centro Pompidou fuera de Francia se instalaría finalmente en el Puerto de Málaga, y no en el Mercado de la Puerta de la Carne como anunció en enero de 2011. El regidor malagueño quiso quitar hierro a estas declaraciones mientras que el presidente provincial del PP, Elías Bendodo, optó por guardar silencio.

El planteamiento de cooperación entre ambas ciudades lo retomó en la reciente campaña electoral Espadas como una de las medidas a tener en cuenta en el impulso económico que requiere la ciudad hispalense. "Debemos lograr una alianza estratégica con Málaga. No nos interesa competir con una provincia tan cercana, sino cooperar". Los recelos no son nuevos, ya avisó hace ahora 37 años el primer presidente de la Junta, Plácido Fernández-Viagas, al hilo de la decisión sobre dónde situar la capital de la comunidad. "Dividir a los andaluces en torno a Andalucía oriental y occidental; no ser incluso capaces de renunciar a los propios criterios que uno tenga, sería sencillamente criminal".