Con la llegada de esta pandemia mundial que llevamos sufriendo desde hace ya más de 6 meses son muchísimas las recomendaciones que llegan para que los ciudadanos de todo el mundo contemos con las medidas mínimas de seguridad para evitar la propagación del Covid 19. Cada día, la información se actualiza una vez que se van resolviendo todos aquellos estudios científicos relacionados con el tema y que tienen como fin mantenernos seguros dentro de las condiciones de vida actuales. 

Una de las últimas actualizaciones de información ha llegado de la mano de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que ha desaconsejado la utilización de mascarillas FFP2 o FFP3 con válvula, ya que se sabe que protegen a quienes las llevan puestas, pero no evitan que estas personas sigan propagando el virus. 

La recomendación es que todas las personas eviten utilizar este tipo de mascarillas pero, sobre todo, aquellos grupos de riesgo, entre los que se destaca la utilización de mascarillas quirúrgicas SIN válvula para proteger a los demás y, además, también protegerse a sí mismos. 

¿Por qué no debemos utilizar mascarillas FFP2 y FFP3 con válvula?

Debido a que este tema ha llegado casi por sorpresa y, sobre todo fuera de Asia, la utilización de mascarillas estaba muy limitada al ámbito médico y hospitalario, es de vital importancia que toda la población se conciencie de las formas de uso y los tipos de mascarillas que podemos comprar en el mercado. 

Para empezar, hay que tener claro que no todas las mascarillas son iguales y que, aunque muchas buscan los mismos resultados, existen diferentes tipos para poder responder a necesidades concretas y específicas. 

Por este motivo, la OCU ha incidido en la importancia de saber por qué no debemos utilizar, sobre todo, las mascarillas FFP2 y FFP3 con válvula, ya que entrañan ciertos riesgos para la población. 

No impiden el contagio

El principal motivo por el que la OCU desaconseja el uso de las mascarillas FFP2 y FFP3 con válvula es debido a que este tipo de mascarillas no impiden el contagio del coronavirus.  La válvula que incluyen este tipo de mascarillas propicia que los patógenos que proyectamos al hablar, respirar, toser o estornudar salgan de nuestro espacio sin pasar por ningún tipo de filtro, contribuyendo a la propagación del virus. Por este motivo, de nada sirve que protejan únicamente a quien las lleva si estas personas pueden seguir contagiando a los demás. 

Una falsa sensación de seguridad

Otro de los aspectos en los que se insiste tanto desde la OCU como desde las fuentes oficiales del gobierno es en la falsa sensación de seguridad que ofrecen este tipo de mascarillas con válvula. A menudo, al verlas con estos elementos distintivos como la válvula, la gente puede llegar a pensar de que se trata de mascarillas más completas y profesionales y que, por tanto, les van a proteger mejor del contagio. 

Sin embargo, aunque las mascarillas FFP2 y FFP3 con válvula nos protejan a nosotros mismos, podemos llegar a tomar ciertas medidas más permisivas llegando a confiarnos y, por descuido, contribuir a la propagación del virus. 

La mejor opción para grupos deriesgo: FFP2 y FFP3 sin válvula

Para todas aquellas personas que se encuentren en grupos de riesgo como pueden ser personas de edad avanzada, inmunodeprimidas, con patologías previas o que se encuentran en contacto directo y continuado con pacientes infectados por coronavirus, las mascarillas FFP2 y FFP3 sin válvula son las más indicadas. 

Sin embargo, deben comprarse siempre modelos que no incluyan válvula, ya que son los que ofrecen una protección más completa. Por un lado, contribuyen a no propagar el virus aún en personas asintomáticas, ya que forman una barrera que impide la propagación de patógenos cuando hablamos, estornudamos, tosemos o respiramos. 

Por otra parte, también protegen a aquellas personas que estén sanas dentro de sus limitaciones y que puedan entrar en contacto con el virus por la calle o por el contacto con otra persona infectada sin saberlo. 

Este tipo de mascarillas sin válvula nos sirven para protegernos a nosotros mismos y a los demás, gracias a sus filtros que depuran tanto la entrada como la salida del aire. Aunque son un producto más caro, lo cierto es que pueden resultar muy útiles para el personal sanitario en contacto constante con el virus o, como ya vimos, para aquellas personas que pertenezcan a los grupos de riesgo.

Mascarillas para el resto de la población

Por lo demás, el resto de usuarios pueden seguir utilizando de manera correcta las mascarillas quirúrgicas, higiénicas o de tela con filtro, ya que este tipo de mascarillas aportan un efecto barrera que evitan la expansión del virus y permiten controlar la pandemia que nos afecta a nivel mundial. 

Sea como sea, en caso de utilizar mascarillas reutilizables, que pueden ser una estupenda opción para reducir el consumo y los residuos, es totalmente necesario mantener los estándares de limpieza y desinfección recomendados para este tipo de barreras. Además, este tipo de mascarillas cuentan también con unos límites de vida útil, por lo que debemos prestar especial atención a este aspecto y sustituirlas cuando sea necesario.