Último adiós en el Salvador al presidente de honor de la CEA

Numerosos representantes de todos los sectores de la sociedad andaluza y sevillana asistieron al funeral presidido por el cardenal Amigo, que destacó el carácter dinámico del empresario fallecido

Centenares de personas abarrotaron ayer las naves de la iglesia del Salvador.
Centenares de personas abarrotaron ayer las naves de la iglesia del Salvador.
Alejandro Martín

08 de enero 2009 - 05:03

Centenares de personas abarrotaron anoche la iglesia del Salvador para dar el último adiós al presidente de honor de la Confederación de Empresarios de Andalucía, Rafael Álvarez Colunga, que falleció el pasado mes de diciembre en un accidente náutico frente al puerto de la localidad onubense de Mazagón. El cardenal arzobispo de Sevilla, Carlos Amigo Vallejo, ofició el funeral que inició citando unas palabras de consuelo a la familia extraídas de las Confesiones de San Agustín.

Los pensamientos del hijo de Santa Mónica inspiraron la homilía posterior de Amigo Vallejo, cargada de simbología, en la que incidió en que la muerte no borrará la obra de un "hombre dinámico, emprendedor, que buscaba siempre nuevos caminos". "No puede ser que al final de todo triunfe la muerte. Todo esto no puede quedar en un recuerdo", manifestó el prelado de Sevilla, que señaló que la vida tiene "grandes enemigos: la indiferencia, el fatalismo absoluto y la falta de trascendencia que lleva a pensar que todo comienza y termina aquí". Al hablar de los enemigos de la vida, Amigo Vallejo resaltó su contraste con el legado de Rafael Álvarez Colunga, hombre polifacético que llegó a presidir una veintena de empresas de diferentes sectores, y que no sólo se dedicó exitosamente al ámbito empresarial, sino que participó activamente en otras actividades, ya sea impulsando la restauración del templo del Salvador donde ayer se le dio su último adiós, ya sea participando en el accionariado del Betis, ya sea impulsando la carrera de varios cantaores como aficionado al flamenco que era.

Este carácter poliédrico explica el heterogéneo público que ayer se dio cita en las naves del Salvador para acompañar a su familia. No faltó el presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, acompañado del sucesor de Colunga en la CEA, Santiago Herrero; su homólogo en la patronal sevillana, Antonio Galadí, o el presidente de la Cámara de Comercio de Sevilla, Francisco Herrero. Numerosos empresarios y dirigentes empresariales se unieron a su recuerdo como Miguel Gallego, el presidente de Gaesco, Miguel Rus, Fernando Reyero, Ricardo Serra, Guillermo Gutiérrez, Luis Miguel Martín Rubio, o el presidente de Dolmen, Juan Manuel Sanz. También acudieron el presidente de Cajasol, Antonio Pulido, y el ex presidente de Cajasur y canónigo de honor de la Catedral de Sevilla, Miguel Castillejo. Por parte de los sindicatos, los secretarios generales de UGT-A y CCOO-A, Manuel Pastrana y Francisco Carbonero, respectivamente, junto al ex lider de CCOO, Julio Ruiz. Por el Gobierno central, acudieron el delegado en Andalucía, Juan José López Garzón, y el subdelegado en Sevilla, Faustino Valdés. Por la Junta, asistieron los consejeros Antonio Fernández, Martín Soler, María Jesús Montero y Luciano Alonso. Los concejales Alfonso Rodríguez Gómez de Celis y Rosamar Prieto-Castro representaron al Ayuntamiento de Sevilla. Del PSOE de Sevilla, acudió su secretario general, José Antonio Viera. El presidente del PP andaluz, Javier Arenas, el secretario general de la formación, Antonio Sanz, y su portavoz municipal en Sevilla, Juan Ignacio Zoido, participaron también en el oficio religioso. Entre otros rostros conocidos, se vieron a los escritores Antonio Burgos y Nicolás Salas; Curro Romero y Rafael Peralta, del mundo del toro; el teniente de la Maestranza, Alfonso Guajardo-Fajardo; el ex alcalde Luis Uruñuela, o los catedráticos Hugo Galera Davidson y José María O´Kean y la presidenta de la Asociación de la Prensa, Nani Carvajal.

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