El PP redujo ayer el debate de Ikea y su proyecto de segunda tienda en Sevilla (junto al aeropuerto de San Pablo) al puro enfrentamiento político contra el PSOE. No hubo argumentos de peso ni datos técnicos ni se aclaró ningún punto de las negociaciones que el nuevo Ayuntamiento mantiene con Ikea y los promotores del suelo de San Nicolás Oeste, junto al aeropuerto, para ajustar el proyecto al Plan General de Sevilla (PGOU).

La tesis del PP es la misma de Ikea: que un proyecto similar se hizo en Jerez con un ayuntamiento del PSOE que modificó el Plan urbanístico (PGOU) del municipio con la autorización de la Junta de Andalucía y, por tanto, también puede hacerse en Sevilla con un gobierno del PP y debe ser bien visto y apoyado por los socialistas.

El concejal de Urbanismo, Maximiliano Vílchez (PP), convocó a la prensa para acusar al PSOE -municipal y de la Junta- de poner trabas a los inversores que quieren venir a Sevilla. "El PSOE está perjudicando a Sevilla por un interés partidista. No quiere que el PP traiga esas inversiones. En otras ciudades se ha ido muchísimo más lejos. La única razón es la confrontación y el desgaste del PP", declaró,

El edil centró buena parte de su exposición en comparar el proyecto de Ikea en Jerez (una tienda de muebles y un parque comercial) con el que la multinacional quiere en Sevilla. "Los mismos que hoy nos critican lo hicieron en Jerez", dijo.

Los populares han incumplido ya sus promesas de desbloquear a lo largo del pasado julio el proyecto de Ikea (ver noticia inferior con la promesa del alcalde Zoido hecha el 5 de julio de 2011). Estamos en agosto y ahora el PP sitúa el desbloqueo de este asunto mucho más tarde: antes del 31 de diciembre de 2011.

Con una mayoría absoluta de 20 concejales, sorprende que el PP centre sus críticas en los socialistas de la oposición. El responsable de Urbanismo acusó al portavoz socialista, Juan Espadas, de autorizar la operación de Jerez en 2009 cuando dio el visto bueno a la revisión del PGOU jerezano como consejero de Vivienda y Ordenación del Territorio. Sobre este punto, el propio Espadas ya aclaró hace semanas que no tuvo nada que ver con la modificación para autorizar el proyecto de Ikea en Jerez, ya que se aprobó el 23 de noviembre de 2007, cuando la consejera era Concepción Gutiérrez.

Sobre el incumplimiento de desbloquear el proyecto de Ikea en julio, el delegado de Urbanismo negó primero a los periodistas que el alcalde hubiera dado plazos concretos. Luego lo tuvo que admitir en vista de la reacción de la prensa y puso justificaciones: que no han pasado ni 100 días, que estamos restructurando la Gerencia, que es un proyecto de envergadura que lleva más de un año estancado, que "se nos exige más de lo que podemos".

Vílchez dio un nuevo plazo: "Antes del 31 de diciembre el área tendrá desbloqueados los trámites". A la pregunta de si Zoido ha incumplido su promesa por alguna dificultad en el proyecto, el concejal de Urbanismo lo negó. "No estamos teniendo dificultades", dijo, y añadió que únicamente están haciendo "un análisis pormenorizado" de todos los trámites "para no infringir ninguna norma ni que se deje nada sin definición".

El delegado evitó dar detalles de la negociación y aseguró desconocer los informes de la Gerencia de Urbanismo de 15 y 16 de marzo de 2011 donde los técnicos del servicio de Planeamiento consideran inviables las pretensiones del Plan Parcial de Ikea relativas a los suelos donde quiere instalar su segunda tienda. Según el edil, no se sabe si en el expediente de Ikea de la Gerencia están esos documentos porque tampoco están los relacionados con el convenio firmado por el alcalde Monteseirín en noviembre de 2010 comprometiéndose a aprobar una modificación parcial para Ikea. Ésta no se cumplió por los informes negativos de Urbanismo.

Vílchez dejó claro que el gobierno del PP ha partido de cero con Ikea y que ha iniciado los trámites para adaptar el PGOU a la Ley de Comercio de Andalucía (para admitir más edificabilidad comercial) y a la legislación de Navegación Aérea (por recomendación de 2006). El edil cree que con estas adaptaciones podría aprobarse el proyecto de Ikea con una modificación puntual u otras opciones.