EL TIEMPO Llegan temperaturas de verano a Sevilla en pleno mes de mayo

Sevilla

Visita a las mazmorras del Prado

  • El Defensor del Pueblo Andaluz abre una queja de oficio para conocer el estado de los calabozos que albergan a los detenidos La insalubridad y la falta de iluminación, las principales carencias

Miércoles. Nueve menos cuarto de la mañana. Un grupo de periodistas ha sido convocado por el decano de los jueces de Sevilla, Francisco Guerrero, para girar una visita y conocer el estado de los calabozos que acogen a los detenidos y cuyo estado ha sido objeto de la apertura de una queja de oficio por parte de la Oficina del Defensor del Pueblo Andaluz. La visita se ha convocado a primera hora de la mañana, antes de que se produzca la primera de las dos conducciones que la Policía y la Guardia Civil realizan cada jornada, trasladando hasta el juzgado de guardia a las personas arrestadas que deben comparecer ante el juez.

Visitar los calabozos de los juzgados del Prado de San Sebastián es como viajar en el tiempo, o hacerlo a un mundo ficticio como el que estamos acostumbrados a ver en el cine cuando aborda la temática carcelaria. Nada más comenzar el recorrido, el decano de los jueces llama la atención sobre la barandilla que se ha colocado recientemente en las escaleras y que era una antigua reivindicación de los jueces, dado que hay personas que tenían problemas para usar las escaleras y acceder a la zona carcelaria, donde también aunque cada vez con menos frecuencia -ahora se apuesta por las videoconferencias con los presos desde la prisión- se practican ruedas de reconocimiento de sospechosos cuya identificación se solicita a los testigos o a las víctimas de un delito.

Las escaleras dan acceso a una pequeña estancia, que acoge a los funcionarios policiales encargados de la custodia de los detenidos. Llaman la atención las grandes llaves, muy antiguas, que sirven para abrir las celdas. Al lado, otra puerta da acceso a las cinco celdas que hay en estos calabozos. Se trata de una auténtica mazmorra, una prisión subterránea con muchas carencias, si bien es cierto que la situación ha mejorado algo en los últimos tiempos, dado que hay más limpieza y son más frecuentes las labores de pintura y desinsectación, comenta Francisco Guerrero.

Coincidiendo con la visita de los periodistas, varios operarios ultiman labores de pintura de las paredes de las celdas. Llevan varios días remozando las dependencias, curiosamente las fechas prácticamente coinciden con el momento en que el Decanato informó a la Consejería de Justicia de que se había organizado una visita para tomar fotografías y realizar grabaciones de estas desfasadas instalaciones.

La visita a los calabozos se produce cuando acaba de conocerse que el Defensor del Pueblo Andaluz ha abierto de oficio una queja por el estado en el que se encuentran los calabozos de los juzgados del Prado de San Sebastián, dada la falta de "salubridad y luminosidad" de los mismos, así como el hecho de que estén fuera de la sede del edificio de los juzgados de Instrucción, lo que obliga a que las personas detenidas tengan que hacer el paseíllo esposados entre ambos edificios.

El decano de los jueces, Francisco Guerrero, explica que a raíz de la queja del defensor -que también investiga los depósitos carcelarios en los municipios y en Málaga-, remitió un informe a la oficina del Defensor en la que describe el estado y ubicación, y en el que también informa de las "mejoras acometidas".

En cualquier caso, Guerrero confirma que en ese informe remitido al Defensor del Pueblo se estima que los calabozos "no reúnen las condiciones de salubridad y luminosidad" y que en ocasiones "no se respeta la dignidad de los arrestados", con motivo de esos traslados entre ambos edificios. Es la imagen que se ha captado en muchas ocasiones de los delincuentes en grandes casos mediáticos, que han hecho que el pasillo que hay entre los dos edificios sea muy conocido por el público en general. De hecho, ese trayecto es el mismo en el que ha sido grabada en reiteradas ocasiones la popular juez Mercedes Alaya.

Desde hace tiempo, los jueces de Instrucción de Sevilla vienen reiterando sus quejas sobre el estado de estos calabozos y también de los juzgados de guardia.

Cada una de las cinco celdas pueden acoger a diario hasta tres personas detenidas. Las celdas tienen poca iluminación, son húmedas y no hay sistemas de calefacción ni refrigeración, algo que se nota sobre todo en verano con las altas temperaturas que se registran en Sevilla. Disponen de un pequeño lavabo de aluminio y de una letrina. Hasta las llaves son antiguas, todo en estas dependencias traslada a otra época.

El decano de los jueces insiste en que es necesario habilitar en estos calabozos una dependencia para el aseo de los detenidos, con la finalidad de evitar las plagas de chinches y pulgas que se han producido en otras ocasiones y que han afectado tanto a fiscales como a funcionarios de Justicia. Los contagios se producen porque, en muchas ocasiones, los detenidos son personas que han estado en la calle y no llegan aseadas. También es necesario mejorar la limpieza, aunque en este punto Francisco Guerrero reconoce que "ha mejorado bastante la limpieza y el mantenimiento de pintura y las mamposterías".

Por las mismas pasan tanto las personas que han sido detenidas, como aquellas otras que están presas y tienen que someterse a la práctica de una diligencia judicial o asistir a un juicio. Actualmente hay dos conducciones de detenidos, una por la mañana, con una media diaria de seis personas arrestadas que deben comparecer ante el juez de guardia, y otra por la tarde, con una cifra similar.

El decano añade que la solución al problema de los calabozos pasaría por el "remozamiento" del edificio del Prado y por acometer el cerramiento de los edificios, aunque también apuesta por realizar nuevas obras para ubicar los juzgados de guardia en el edificio anexo -donde están actualmente los 20 juzgados de instrucción- y trasladar a este mismo edificio los calabozos. Con el traslado, prosigue el decano, se evitaría que circulen las personas esposadas entre ambas sedes, con lo que así se respeta "la dignidad y la intimidad" de los detenidos. En el edificio no habría problemas de espacio, dado que se redistribuiría la planta baja para dar cabida a los juzgados y a las celdas.

El decano de los jueces también lleva tiempo insistiendo en que las conducciones de los presos se realicen "preferentemente" por la mañana, para evitar que estas personas pasen mucho tiempo en las celdas.

Tras la apertura de la queja de oficio por parte del Defensor del Pueblo andaluz, esta institución ha pedido tanto al decano de los jueces como a la Consejería de Justicia un informe sobre la situación de estas instalaciones, todo ello con la intención de conocer "con exactitud las circunstancias del caso y evaluar las dependencias de detenidos" en el juzgado de Guardia de Sevilla.

Mientras el defensor ultima su estudio sobre las instalaciones, decenas de personas continuarán pasando a diario por estas instalaciones que, por lo menos, la Junta acaba de pintar estos días.

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