Más de la mitad de las agresiones que sufren los médicos se cometen en centros de salud

El 55% de las agresiones sufridas por médicos durante el ejercicio de sus funciones se han cometido en centros de salud, según el balance anual que realiza la asesoría jurídica del Colegio de Médicos, que este año ha registrado un total de 28 ataques. La inmensa mayoría, el 90%, se producen en centros asistenciales públicos, pero el letrado jefe de la institución colegial, Santiago Pedro Campo, hizo hincapié en que cada vez más se están detectando problemas de convivencia en centros privados. El perfil de las víctimas ha cambiado, ya que este año son más numerosas las denuncias de hombres, concretamente el 60%, cuando lo habitual es que esta lacra la sufran mayoritariamente las mujeres, según datos de años anteriores. El 6% de los agresores son toxicómanos y otro 6% son enfermos psiquiátricos. En cuanto a las causas, el Colegio de Médicos apunta a discrepancias que los usuarios tienen con el diagnóstico o tratamiento que decide su médico y que motivan el 45% de las agresiones. Otro 26% son problemas originados en las consultas por los tiempos de espera para recibir asistencia.

Campo reseñó que hay un importante volumen de médicos que no llegan a denunciar las agresiones que sufren por miedo a represalias, entre otros motivos. "Destaca cómo un creciente número de víctimas tienen que darse de baja médica tras sufrir una lesión", añadió. En el 25% las lesiones son de carácter físico y un 75% son insultos o amenazas. En los casos más graves, la asesoría jurídica del Colegio de Médicos solicita a los tribunales que sean considerados como delitos de atentado a la autoridad, lo que se traduce en condenas más duras. En julio pasado, un tribunal impuso una pena de un año de cárcel para el agresor de un médico que quedó conmocionado tras recibir un fuerte golpe cuando ejercía su trabajo en un municipio de la Sierra Norte.

El presidente del Colegio de Médicos, Carlos González Vilardell, reclamó ayer de nuevo que la Consejería de Salud adopte más medidas para impedir estas agresiones. "Esta lacra podría evitarse mediante la presencia de agentes de seguridad para disuadir a los potenciales agresores, al menos, en los centros más conflictivos", comentó.

Otra de las reivindicaciones históricas en la que ayer volvió a incidir el presidente de los galenos sevillanos es la colegiación obligatoria. Vilardell advirtió que entre 1.000 y 1.500 personas que ejercen alguna especialidad en Sevilla no están colegiadas y, por lo tanto, asisten a pacientes fuera del control de la institución profesional. "Uno de nuestros objetivos principales es velar por el buen ejercicio de los médicos y por la salud de todos los pacientes", recordó Vilardell, al señalar que en otras comunidades autónomas la colegiación es obligatoria. Otra de las lacras que persigue el Colegio de Médicos es el intrusismo en la profesión que podría impedirse, en gran medida, con un registro completo de todos los profesionales.