El biquini no pudo con la gabardina

LOS clientes de los tres restaurantes de La Raza se encontrarán a partir de ahora en la carta el Solomillo Ibérico en gabardina de hojaldre con salsa de foie-grass. Esta gloria del menú es parte del premio que Luis Serrano (Sevilla, 1961), fotógrafo de profesión, ha conseguido como vencedor del primer concurso de cocina para periodistas convocado en el centenario de la Asociación de la Prensa por La Raza con la colaboración de El Corte Inglés.

Antes de que el jurado emitiera su fallo, Luis, que todos los días cocina para Lola, su mujer, y Alba, su hija, decía que le haría más ilusión ganar este premio gastronómico que uno de fotografía. La gabardina le ganó al bikini y la carne se impuso al pescado: el segundo premio fue para Javier Mérida (Sevilla, 1966), redactor de deportes de Diario de Sevilla, que hizo carrillada al Moscatel, una delicia que descubrió por imperativo categórico: un día en Chipiona se quedó sin oporto ni vino tinto y recurrió al caldo nacional de la villa gaditana: el moscatel “y eso que me lo han traído blanco”.

El tercer premio fue para Gloria Gamito, sola ante estos siete magníficos del condumio. La periodista de Abc contrarrestó el solomillo y la carrillada con un plato “muy refrescante para esta época”, calamares rellenos de huevas. Mar al cuadrado con recuerdo a Antonio de la Torre, un diez con la palabra, un cero a la izquierda en la cocina, aunque le regaló a Gloria el influjo de una suegra jerezana que le enseñó a su nuera una receta titánica, carne rellena de tortilla de patatas “que es demasiado elaborada para un concurso”.

Si se premiara la sencillez, al podio habría subido Javier Díaz, fotógrafo de El Correo de Andalucía, que acudió al concurso con su caballa al aroma de la crisis. “Tres euros para cuatro personas”. José Damián Liroa, productor de Canal Sur, onubense de Beas, aprendió a cocinar en un piso de estudiantes. Presentó un plato de autor, Sinfonía Al Andalus, un bacalao al perfume de canela con cebolla caramelizada con rojo de oporto y blanco de montilla moriles.

Juan Luis Manfredi organizaba concursos similares en su casa de Heliópolis hace treinta años. “Siempre ganaban Gloria Gamito y mi suegro”. Manfredi presentó su pastel de berenjenas. De su experiencia con los norteamericanos aprendió que éstos se alimentan y los europeos comen.

Juan Teruel hace muy bien las migas de su Almería natal, pero eligió una receta de su hermana, pollo a la crema de champiñones. Con su impronta made in USA: una lata de coca-cola. Eduardo Fernández-Agüera Vidal, freelance, combinó la vanguardia de su tarjeta profesional, especialista en viajes y aventuras, con un plato tradicional: huevos a la flamenca al estilo de “mi Kiki”, que es como llama a su tía sanluqueña, reina de su cocina familiar.

De muertos de hambre a cocineros de autor. El concurso visualiza una transformación revolucionaria en la reputación del periodista. En sus memorias periodísticas, La novela de un literato, Rafael Cansinos-Asséns cuenta su estreno como reportero en el banquete anual que daba el Centro Asturiano, donde sus colegas “se desquitaban de las hambres que pasaban en sus casas” y se lanzaban en pos del plato estrella, “langosta con mayonesa”.

El ganador se lleva 90 euros y seis cenas en los tres restaurantes de La Raza; el segundo, 60 euros y tres cenas. La tercera, gloria del oficio y de la gastronomía, 45 euros. Platos que son homenajes familiares: a la hermana de Teruel, a la tía de Eduardo, a la suegra de Gloria o al padre de Javier Mérida, cuyo traslado profesional a Albacete convirtió a su hijo en un cocinero de primera división. Que se lo pregunten a sus hermanos.

El jurado lo formaron Rosamar Prieto-Castro, delegada de Fiestas Mayores; Nani Carvajal, presidenta de la Asociación de la Prensa; Enrique Sánchez y Pedro Sánchez Cuerda, de La Raza; Julio Fernández, del restaurante Abantal; y José Luis Tarín, jefe de cocina de El Corte Inglés.