“La catedral de Sevilla es el estuche y la de Toledo la joya”
calle rioja
Unidas con Granada por el Jueves de Corpus, el deán de la diócesis de Toledo minimiza el liderazgo monumental y espiritual de la catedral de Sevilla
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Sevilla, Toledo y Granada comparten la particularidad de que celebran el Jueves anterior a la solemnidad la festividad del Corpus, que no es otra cosa que el Cuerpo y Sangre de Cristo. La misa del Corpus se celebra el domingo, con la lectura de la carta de San Pablo a los Corintios y del Evangelio de San Lucas, ése en el que los doce apóstoles le sugieren a Jesús que despida a la gente, “que vayan a las aldeas y cortijos de alrededor a buscar alojamiento y comida, porque aquí estamos en descampado”.
Son tres ciudades unidas por esa comunidad festiva y celebrativa y sus procesiones. A ambos lados de Despeñaperros, Toledo y Sevilla mantienen un curioso pugilato religioso y eucarístico. El detonante de esta crónica fue una afirmación del nuevo deán de la catedral de Toledo, Juan Pedro Sánchez Gamero, en el programa Agropopular que César Lumbreras hizo el pasado sábado desde la capital de la comunidad de Castilla-La Mancha.
Preguntado por las dimensiones de la Catedral de Sevilla, el deán toledano dijo que “la catedral de Sevilla es el estuche y la de Toledo es la joya”. Llámenle contenido y continente, cuerpo y alma ya que se trata de las dos ciudades punteras de la celebración del Corpus. Es como si ahora que Zaragoza adelanta a Sevilla en la curva demográfica, Toledo hiciera lo propio en la curva de la fe y de la historia.
En su libro ‘Tres milenios de Historia’, Antonio Domínguez Ortiz cuenta que la conquista árabe de la Península se produjo en siete años y la Reconquista se prolongó a lo largo de siete siglos. Eso explica que, por ejemplo, tanto en la conquista de ambas ciudades como en la construcción de sus respectivas catedrales, hay una diferencia de unos dos siglos a favor de Toledo. Esta ciudad la conquista Alfonso VI el año 1085. Fernando III concluye la conquista de Sevilla el 23 de noviembre de 1248, festividad de san Clemente.
La conquista de Toledo es el episodio central del paño de cerámica del banco de esa provincia en la plaza de España. La entrega de las llaves por parte de Axataf a Fernando III simboliza el cambio de ciclo en la ciudad. La catedral de Toledo empieza a construirse en 1226. El próximo año se conmemora su octavo centenario. Se construyó sobre lo que había sido una catedral visigoda y fue después una mezquita. Ésa sí que es una Fundación Tres Culturas en la sede de la Escuela de Traductores. La catedral de Sevilla empieza a levantarse dos siglos más tarde. Se inicia en 1433 y finaliza en 1507, doce años antes de que las cinco naves al mando de Fernando de Magallanes salgan del puerto de las Mulas en lo que supuso la Primera Vuelta al Mundo. La catedral se erigió sobre la mezquita que había mandado construir el califa almohade Abu Yaqub Yusuf. Inaugurada con su minarete (la Giralda) el 30 de abril de 1182, casi un siglo después de la conquista de Toledo. Sevilla se conquista dos siglos después que Toledo y Granada dos siglos después que Sevilla. En 1492, el año de la Gramática de Nebrija y el Descubrimiento de América. Tres ciudades unidas por el Corpus no dominical y por ese hiato cronológico de los dos siglos en la paulatina Reconquista que describía Domínguez Ortiz.
Pese a esa aparente rivalidad espiritual, Sevilla y Toledo están muy unidas por otros elementos. Alfonso X el Sabio, hijo del conquistador de Sevilla, nace en Toledo en 1221, año capicúa en el que también los almohades terminan de construir la Torre del Oro. Que sólo fue musulmana 27 años, los que cumplía Alfonso X el Sabio cuando su padre conquistó Sevilla. En el Corpus hay baile de los seises, altares con el pan y el vino en toda la ciudad, procesión de los patronos de la villa y un siglo después se ha recuperado la tradición de los costaleros. Pero si hay un símbolo eucarístico de esta celebración es el de la Custodia.
En esta simbología también existen unos fuertes lazos entre Toledo y Sevilla. Las Custodias del Corpus de ambas ciudades fueron realizadas por orfebres de una misma familia. La Custodia de la catedral de Toledo la realiza Enrique de Arfe (Colonia, 1475-León, 1545). La hace entre 1515 y 1523, coincidiendo con la expedición oceánica que empezó Magallanes y terminó Elcano. La Custodia de Toledo se expuso en el pabellón de Castilla-La Mancha de la Expo 92. Uno de los reclamos más llamativos de la zona de los pabellones autonómicos (lo que hoy es Isla Mágica) donde también destacó el submarino de Isaac Peral en el pabellón de Murcia.
Juan de Arfe y Villafañe (León, 1535-Madrid 1600), nieto de Enrique de Arfe, es el autor de la Custodia de la catedral de Sevilla que sale en procesión cada Jueves de Corpus. También hizo las de Valladolid y Ávila, mientras que en la producción de su abuelo figuran las de Toledo, Córdoba y León. La de esta ciudad desapareció, curiosamente su destino cuando viene de Alemania y la ciudad donde nacerán su hijo y su nieto, también orfebres. La calle Arfe inmortaliza en el callejero el legado inmaterial de este último, una vía que une el Arenal con el Postigo del Aceite.
Toledo y Sevilla contaron con dos de las principales Juderías de España. Una línea artística entre El Greco y Velázquez. En Toledo coincidieron Juan José Asenjo Pelegrina, nombrado obispo de esa diócesis en 1997 hasta 2003 (lo compatibilizó con el cargo de secretario general de la Conferencia Episcopal) y Juan Ignacio Zoido, delegado del Gobierno de Aznar en Castilla-La Mancha, cuya capital es Toledo, entre abril de 2000 y agosto de 2002. Una década después, Asenjo y Zoido coincidieron en Sevilla como arzobispo y alcalde de la ciudad, respectivamente.
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