"Con estas firmas, la junta directiva tendría que convocar directamente las elecciones". De esta forma resumía Anselmo Valdés, representante de la plataforma de ateneístas que buscan un adelanto electoral al estar disconformes con la gestión del presidente, Alberto Máximo Pérez Calero, el apoyo recibido por 123 socios de la Docta Casa que han apoyado con su rúbrica la propuesta del grupo, que tiene como fin la renovación del Ateneo para "adaptarlo" al siglo XXI y convertirlo en "un emblema de la ciudad" y no sólo en la gestora de la Cabalgata.

Valdés, acompañado de otros cinco ateneístas integrantes de la plataforma (Juan Pulpillo, Antonio Lencina, Juan Tomás de Aragón, Juan Guerrero y Fátima Bermúdez-Coronel), entregó este lunes en la sede de la institución cultural 123 firmas que exigen la convocatoria de una asamblea general extraordinaria en la que se debata el adelanto de los comicios para elegir a un nuevo presidente. Con esta cantidad se supera el mínimo exigido para la convocatoria, esto es, el 10% de los socios con los que cuenta el Ateneo, que actualmente llegan a 1.140. Valdés, incluso, va más allá y considera que el apoyo recibido es causa suficiente para que la junta directiva convoque "directamente" las elecciones sin necesidad de debatirlo en una asamblea extraordinaria.

Estas declaraciones fueron realizadas tras la entrega de firmas que fue a puerta cerrada, ya que la junta directiva del Ateneo no permitió que ningún medio de comunicación grabara imágenes del momento. Valdés, en este sentido, indicó que uno de los objetivos de la plataforma es que la institución cultural sea "transparente", al recordar que el nombramiento del actual presidente, Alberto Máximo Pérez Calero, "ya fue escandaloso". "En estos momentos de crisis el Ateneo tendría que haber estado a la cabeza de la ciudad y no representar a lo más rancio que en ella habita", añadió el representante de esta plataforma, quien aconseja "sacar los abrigos y airearlos, porque los jóvenes sevillanos dicen que el Ateneo huele a naftalina".

Los miembros de la plataforma, en recientes declaraciones, abogaron por un Ateneo "abierto" y que "puede y debe compaginar su tradición centenaria con la transformación que está registrando el mundo, de manera que sea ágil, moderno, transparente y que en él se pueda hablar de Velázquez y de los grafitis, pasando por Salinas o Antonio López, debatir de Machado y de Twitter, informar sobre la expropiación de YPF y el movimiento 15-M, en el que distintas generaciones de sevillanos puedan compartir, intercambiar y mezclar conocimientos e intereses".

Valdés recuerda que actualmente el 60% de los ateneístas se "limitan" a pagar la cuota, por lo que uno de los objetivos es aumentar la participación de los miembros, de implicarlos en el devenir de la Docta Casa.

Respecto a la posibilidad de que de esta plataforma salga una futura candidatura para la presidencia del Ateneo, Valdés afirmó que "la intención no es presentarme, sino velar para que todos los ateneístas que quieran ser candidatos lo hagan libremente, no como la última vez". No obstante, hizo hincapié en que "no habrá un vacío de poder" y que en el caso de que surja algún candidato procedente de la actual directiva tendrán "en frente" a los miembros de la citada plataforma. Para Valdés, "es lamentable que la Cabalgata sea el único emblema actual del Ateneo".

La actual gestión del Ateneo está en entredicho desde lo sucedido con motivo de la organización de la Cabalgata de Reyes Magos de 2011, cuando la institución, primero, desistió de que el entonces vicepresidente de la Agrupación de Interés Económico de las empresas municipales de Sevilla, Manuel Marchena, encarnase al rey Melchor, al ser imputado en las diligencias incoadas por el Juzgado de Instrucción número 6 de Sevilla por las supuestas irregularidades en la venta de los suelos del mercado central de Mercasevilla.

Posteriormente fue designado como Rey Melchor el jefe del servicio de Laboratorio de Bioquímica del hospital Virgen Macarena, Fernando Fabiani, que luego fue excluido al salir a la luz pública causas judiciales ya archivadas. Finalmente, y con poco tiempo de antelación, se decidió que este rol lo desempeñara el hermano mayor de la Hermandad de los Panaderos, Emilio Santiago del Pino.