Los comerciantes afectados por las obras del Metro plantan cara al Ayuntamiento: "Nos han puesto fecha de caducidad"
Denuncian sentirse "humillados e incomprendidos" tras las primera mesa de diálogo con el Consistorio
Estos son los cambios en el tráfico que empiezan mañana lunes por las obras del Metro en Sevilla
¡El Metro así no! Defiende tu negocio. Un lema impreso con letras blancas y fondo rojo en carteles que inundan las paredes de comercios y edificios de la avenida Doctor Fedriani de la Macarena. Aunque la vía quedará totalmente cerrada al tráfico el próximo octubre, ya han arrancado las primeras actuaciones -en la confluencia con la Avenida San Lázaro y con la calle San Juan de Ribera- sin que los comerciantes afectados sientan que se hayan planteado "soluciones reales" acordes al "daño que la obra va a provocar". Los comerciantes y vecinos constituidos en el movimiento ciudadano ¡El Metro Así No! se reunieron la semana pasada con el Ayuntamiento de Sevilla en una mesa de diálogo que, a posteriori, consideran "un absoluto fracaso". Ni habrá una alternativa constructiva menos dañina que la elegida ni el presupuesto de las ayudas prometidas será suficiente para, en muchos casos, sacar adelante los negocios. "Nos han puesto fecha de caducidad", denuncian.
El taller Rodero Motero será uno de los más afectados cuando el tráfico rodado cese su actividad. Justo en la confluencia con la calle Topacio, José Luis Rodero lleva al frente desde hace más de una década. Mira de reojo a las máquinas que ocuparán su esquina en poco tiempo y comparte sus dudas, porque todavía no sabe si habilitarán un acceso a su taller cuando Doctor Fedriani cierre por completo en octubre. Por lo pronto, de los dos carriles que había, han dejado uno. Un hecho que, a su juicio, ya se nota en la afluencia de clientela. "Me han dicho que en Google Maps, a veces, aparece cortada la avenida", señala y hace hincapié en que este panorama es un mal presagio de lo que vendrá. "Solamente me entrarán los vecinos de aquí, que saben dónde está el taller, pero no creo que vaya a venir ningún cliente de paso", valora.
La gran preocupación de Rodero, como la de la mayoría, es la cuantía de las ayudas que el Ayuntamiento está planeando con la Junta de Andalucía. Una cifra de la que dependerá el despido de trabajadores e incluso el futuro de negocios con más de 60 años de antigüedad. Una de las conclusiones de los comerciantes tras la mesa de diálogo del pasado jueves es que se recorta la horquilla propuesta inicialmente. De los 400 a 600 euros planteados se baja a 500 euros como tope. Además, habrá tres niveles de afección: bajo, según el cual los comercios situados en las calles aledañas se quedan sin ayudas; medio, de 400 euros para la mayoría de negocios en la propia avenida y alto, solo para negocios especialmente afectados como talleres mecánicos y bares con veladores.
"Aunque el Ayuntamiento hace un año anunció, en Pino Montano, que el presupuesto para las ayudas sería de 300.000 euros, ahora se plantea una subida lógica pero absolutamente ridícula e insuficiente de 400.000 euros", reclaman e indican que esta cantidad "solo da para unos 100 euros por trabajador al mes".
Las ayudas tardarán ocho meses
Una cifra que, a juicio de Daniel Astolfi, dueño de Bicicletas Astolfi "no soluciona nada", porque "no tiene en cuenta la cantidad de trabajadores de cada negocio". Además, hace especial hincapié en que la primera aportación no llegaría hasta abril de 2026, entre los seis meses de afectación y la posterior presentación de documentos, por lo que "habrán pasado ocho meses hasta conseguir las primeras ayudas", un tiempo que considera "excesivo". Pone como ejemplo lo que sucedió en República Argentina con las obras de la línea 1 del Metro, cuando se cerró la avenida casi cuatro años y casi 200 negocios se vieron abocados al fracaso.
También recuerda este episodio en Los Remedios Ana Rodeño, quien regenta Electricidad Fedriani junto con su hermana Sonia. Tras más de 43 años detrás del mostrador y a punto de jubilarse, ve cómo peligra este ansiado momento. "Tengo 62 años, me quedan dos años y medio para jubilarme y no puedo ir al paro", valora y muestra su indignación al pensar en las cuatro décadas de cotización como autónoma sin darse "ni un día" de baja.
"Lo que quisiéramos es que pararan las obras, lo pensaran bien e introdujeran una tuneladora". Máquina que, según recalca, estará presente en la puesta en marcha de la línea 2, que irá de Torreblanca a Torre Triana pasando por el centro. Ambas hermanas coinciden en que se trata de una obra "deshumanizada" que no tiene en cuenta a las "casi 400 familias afectadas" por unas actuaciones que podrían alargarse hasta los cuatro años. Las medidas propuestas tampoco les convencen. Por ejemplo, denuncian que las dos bolsas de aparcamientos -una en Cisneo Alto y otra en San Jerónimo- son "absurdas" para la captación de clientela: "Gran parte de nuestros clientes son electricistas y muchos vienen de fuera. Tienen que venir y cargar con materiales pesados como cables y tubos. ¿Quién va a aparcar su coche en el Alamillo y coger un autobús hasta mi tienda para cargar? Es ridículo".
Quien ya está sufriendo los primeros contratiempos es Miguel Gijón, dueño del bar Galería en el número 4 de San Juan de Ribera. La semana pasada se reordenó el tráfico en este tramo de la avenida con el consiguiente cambio de paradas de autobuses con el objetivo de liberar espacio suficiente para la implantación y ejecución de instalaciones auxiliares. "Muchos clientes son personas de paso, que vienen de los pueblos al Hospital Virgen Macarena", indica y apunta que "lo peor" todavía no ha llegado aunque ya notan una bajada de volumen de casi el 30%. "Ahora mismo sí hay paso de peatones, pero cuando cierren serán pocos los que pasen por aquí", reflexiona mirando a una terraza prácticamente llena en hora punta de desayunos. Una estampa que, previsiblemente, cambiará radicalmente en pocos meses.
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