A Fernando Fernández le pusieron el mote del Capa porque, cuando iba a patrullar por las noches a las Tres Mil Viviendas y se encontraba a niños pequeños junto a una hoguera a altas horas de la madrugada, trataba de convencerlos para que se marcharan a sus casas asustándolos, diciéndoles que habían visto a un hombre con una capa que venía a llevarse a los niños. Aquello hizo que comenzaran a llamarle el Capa y el Capa se le quedó y así es conocido por todos sus compañeros.

Del mismo grupo, la Unidad de Intervención Nocturna (UIN) es Sebastián Borrás. Entró en la promoción 12, la de 1989. A sus 57 años, sigue saliendo a patrullar cada noche. Dice que ser policía local era el sueño que tenía desde niño, su devoción. "O futbolista o policía", explica en el emotivo vídeo que el periodista Mariano Valladolid ha elaborado para la Policía Local de Sevilla y que se emitió durante el acto.

Y a la quinta vez que lo intentó se sacó la plaza. A los 57 años el cuerpo puede que no recupere igual cuando trabaja de noche, "pero cuando uno hace lo que le gusta no cuesta tanto". Este lunes recibió la medalla de oro por los treinta años que ha cumplido como policía local de Sevilla.

Juan Flores, primero por la derecha, recoge su medalla.

Borrás se queda con la cantidad de servicios buenos que ha hecho en estos treinta años. "Los díficiles, los peligrosos, se olvidan. Hemos salvado varias vidas", cuenta antes de que se inicie el acto. Y también ha expuesto mucho la suya. En una ocasión sufrió un grave accidente de tráfico junto con un compañero cuando perseguía a un delincuente.

Sebastián Borrás ha pasado un año malo, en el que ha sentido el cariño de sus compañeros. Tiene un hijo con una discapacidad que ha tenido que ser sometido a una operación. El chiquillo aparece también en el vídeo. "Gracias a Papá y a todos sus compañeros de la Policía Local de Sevilla por cuidar de todos nosotros", cuenta el pequeño.

Más veterano que el Capa y que Sebastián es el oficial Juan Flores. Le dicen el Bigote, el por qué está a la vista. A sus 61 años, lleva 39 en la Policía Local y 34 en el turno de noche. Está próximo a la jubilación y ayer recibió una medalla al mérito de la Policía Local por un servicio en el que intervino varias armas junto con otros siete compañeros.

"Nos resultó sospechoso un vehículo en el que iban tres individuos y se inició una persecución por varias calles de la ciudad. En el Cerro del Águila siguieron la huida a pie, entraron en un domicilio y los detuvimos a través de las azoteas de los bloques. Intervenimos bastantes armas, tanto cortas como largas, que tenían en la vivienda. Había también bastante munición y objetos procedentes de un robo".

El Capa, el Bigote y Sebastián coinciden en su mensaje a los nuevos agentes: que no vean esto como un trabajo fijo, que no manchen el uniforme y que ayuden a los ciudadanos. Sólo así conseguirán el respeto que ellos ya atesoran.