El día a día en el Hospital de Emergencia Covid-19: "Tenemos un doble reto y mucha ilusión"
El impacto del coronavirus en el sistema sanitario
Los primeros profesionales en el nuevo centro sanitario hacen balance tras los primeros días de funcionamiento en los que la atención a pacientes se mezcla con la adaptación y organización del trabajo
Máxima responsabilidad, pero también, humanidad, empatía, cariño y mucha ilusión. La profesionalidad de los sanitarios que forman parte del primer grupo de trabajo en el recién inaugurado Hospital de Emergencias Covid-19, en el antiguo Hospital Militar Vigil de Quiñones, está acompañada por un halo de buena energía y cariño que transmiten a todos sus pacientes.
Desde que comenzaran esta nueva andadura en el primer y único hospital andaluz dedicado en exclusividad a la atención de pacientes Covid, el primer grupo formado por 282 profesionales, entre los que se encuentran facultativos, enfermeras, resto de personal sanitario, administrativo y de cocina, y que han decidido plantar cara a este nuevo reto, no han parado ni un segundo de cuidar el más mínimo detalle, creando rutinas y circuitos adecuados, y, sobre todo, haciendo equipo en medio de tan elevada tensión asistencial marcada por una pandemia que ha creado caos y miedo entre la población por las consecuencias del virus, pero también unión, confianza y esperanza en un sector como el sanitario que cada día lucha por salvar vidas.
Y así lo hacen, cada día, desde que el 1 de febrero se recibiera al primer paciente. "Un día histórico", tal y como destaca la médica responsable de la unidad de Cuidados Intensivos del centro, Mercedes Jiménez, que recuerda que durante la inauguración "parecía que estaba formando parte de la historia de Sevilla". Nacho Vallejo fue uno de los primeros en recibir a este primer enfermo. El doctor es el encargado de coordinar la hospitalización. "Facilitamos su acogida de la mejor forma posible, teniendo en cuenta el desconcierto con el que ingresaba y la expectación originada al tratarse del primer ingreso y porque su entrada significaba el culmen de mucho trabajo durante meses", detalla el facultativo.
Desde entonces, el tiempo no se detiene. Cada paso, gesto y, como no, esfuerzo, tras un año muy duro a sus espaldas, va por ellos. Por estos primeros enfermos de coronavirus con los que se han activado las máquinas en este nuevo búnker contra el Covid en Sevilla y por el que ya han pasado casi 70 pacientes, en apenas diez días de funcionamiento, pero donde también se han dado ya más de una treintena de altas, consiguiendo dar respuesta a las necesidades del resto de hospitales de la capital (Valme, Macarena y Virgen del Rocío) y del Hospital San Juan de Dios del Aljarafe, en Bormujos, que es la principal finalidad de este nuevo proyecto sanitario. Lamentablemente también ha sumado ya su primera pérdida.
Aunque por ahora solo están operativas 47 camas ordinarias de las 148 que están preparadas, ya está en marcha la apertura de una segunda planta de hospitalización que multiplicará esas plazas, y en la UCI ya se ha duplicado el número de boxes disponibles tras arrancar con sólo ocho.
Pero el día a día en el Hospital de Emergencias Covid-19 va más allá de medicamentos, cambios de postura o visitas médicas. Los profesionales del área de Radiodiagnóstico han efectuado 46 radiografías, todas ellas con equipos portátiles, de los que 25 están en las habitaciones de hospitalización en planta y otros 21 en los boxes de la UCI. Además se ha realizados dos TAC (uno de tórax sin contraste y otro angio-TC de tórax) y se han llevado a cabo las tres primeras ecografías.
Por su parte, el Laboratorio ha dado resultados a 190 peticiones y 2.800 determinaciones del perfil Covid, lo que integra un hemograma de equilibrio ácido base, una bioquímica general y parámetros de inflamación específicos de cada paciente, además de atender 105 peticiones de hemogramas y coagulación.
Y todo ello, gracias al trabajo de un "equipazo" de profesionales, en palabras de la enfermera del área de apoyo diagnóstico, Virginia Rivas. Formados, totalmente coordinados y con una pasión y compromiso con la vida. La de sus pacientes. La de poder acompañarlos a ellos y sus familiares en este duro trance que se vive intensamente en estos días con la esperanza de que el contagio sea de vida y puedan estar en la mayor brevedad posible con sus familias.
Nacho Vallejo. Medicina Interna
"El primer ingreso y la primera alta son momentos que no olvidaré nunca"
El médico especialista en Medicina Interna, Nacho Vallejo, es el coordinador de la hospitalización. En poco más de diez días de trabajo en el centro, el profesional asegura haber vivido ya dos momentos "de los que no se olvidan". “La llegada de nuestro primer paciente y la salida de la primera alta. Son momentos que te marcan y que, dentro de lo trágico que es el hecho de tener que abrir un hospital por la presión de la pandemia, se viven de forma positiva”, explica el facultativo. Desde su punto de vista, trabajar aquí no es muy diferente a cómo lo hacía en el Virgen del Rocío. “Aunque estemos en edificio distintos, yo me siento personal del Virgen del Rocío. El modelo de trabajo es el mismo y el perfil de paciente también. Es verdad que el estar aquí es un reto profesional muy bonito y, además, doble porque no sólo recibimos y vemos a los pacientes, sino que confirmamos que todo lo que se ha realizado previamente esté adecuado y vaya funcionando. Pero nuestro esfuerzo es del 200% allá donde vayamos”, afirma. Sobre las instalaciones, sí destaca las ventajas que aporta este nuevo centro para atención de los pacientes. “Tenemos mucho espacio y mucha luz y claridad natural y eso ayuda a mucho a su estancia”. En general, su balance es “más que positivo”. “Tenemos que pulir muchas cuestiones porque venimos de trabajar en determinadas dinámicas del otro edificio que aquí han cambiado un poquito y los cambios y adaptaciones siempre cuestan un poco, pero este cambio ha sido un soplo de aire fresco y la gente está con ganas, optimismo y mucha ilusión”, destaca.
Mercedes Jiménez. Responsable de UCI
"Venimos de meses muy duros y el traslado aquí nos ha dado impulso"
Mercedes Jiménez sabe bien lo que es luchar a diario contra el coronavirus. Es una de las profesionales voluntarias que procede del equipo Covid de la UCI del Virgen del Rocío y reconoce que tenía muchas ganas de formar parte de este proyecto. “Desde el primer momento me resultó un reto muy ilusionante el empezar de cero en un edificio nuevo”, afirma. De su día a día destaca el poder trabajar con mayores espacios y también con luz natural. “Es una gran ventaja para que el paciente ingresado en UCI no pierda la noción entre el día y la noche”, subraya y añade, “además el contar con la última tecnología tanto en monitorización como en respiradores y disponer de grúas dentro de los boxes, es otro gran privilegio”. La profesional subraya la “buena predisposición” y “las ganas e ilusión” del equipo, lo cual, asegura, “facilita muchísimo el trabajo”. Aunque ahora mismo centrados en “salir de la tercera ola”, la sanitaria confía en que estas instalaciones evolucionen hacía un “nuevo centro de referencia”. “Nuestro objetivo ahora es controlar la tercera ola lo antes posible y ayudar al resto de hospitales, que es nuestras misión. Estamos muy cansados y, en determinados casos, frustrados, pero es verdad que el traslado aquí nos ha dado impulso. Es lo que nos ha tocado y ahí seguiremos”, asegura con resignación
Virginia Rivas. Laboratorio
"La crisis nos deja un trabajo en equipo que nunca antes había visto"
Para Virginia Rivas, enfermera supervisora del centro diagnostico, Laboratorio y Farmacia, lo mejor de esta experiencia es el trabajo “en equipo”. “El personal está muy comprometido y con muchas ganas y, la verdad, que esto, después de un año excepcionalmente duro, es un valor añadido”, afirma la sanitaria, que asegura que gracias a esta crisis sanitaria ha descubierto “la importancia de un trabajo en equipo que nunca antes había visto”. La profesional asegura que no dudó en sumarse a este nuevo proyecto del que, asegura, sentirse “muy orgullosa”. Sobre el día a día destaca las “inmejorables” condiciones de trabajo, con equipos portátiles (POCT), que permiten hacer estudios al paciente a pie de cama, y que suponen un salto de calidad en la asistencia de esta enfermedad.
Juan Jurado. Radiodiagnóstico
"Ha sido duro el construir algo así de cero, pero hay mucha ilusión"
Juan Jurado es facultativo del área de Radiodiagnóstico y, al igual que el resto de entrevistados, llegó a este centro por voluntariedad propia. “Me resultó muy ilusionante, aunque también ha sido duro, el poner en marcha desde cero un servicio de Radiodiagnóstico en plena urgencia por la pandemia, pero todo ha ido muy bien”, explica. Su equipo se encarga de los controles por imagen de los pacientes ingresados. El radiólogo destaca la “oportunidad” y el “privilegio” que supone para la sanidad sevillana el contar con un centro de estas características. “Es verdad que el Covid ha traído muchas desgracias, pero también nos ha permitido conseguir fondos para poner en marcha esta infraestructura, ahora para el Covid, pero que se mantendrá en el tiempo después de la pandemia y que puede seguir ayudando a muchos pacientes”, destaca. Unas instalaciones “a la última”, pero en las que destaca que "lo más complicado" está siendo dotarlo de personal por la falta de profesionales en paro. “Con este proyecto hemos podido comprobar que es mucho más fácil construir y dotar de tecnología un hospital, que dotarlo de personas. Eso es lo que más nos está costando porque no hay profesionales formados disponibles”, afirma.
También te puede interesar
Lo último
Contenido ofrecido por tussam
Contenido ofrecido por Osborne
Campus UPO