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Coronavirus Sevilla

Preocupación ante una posible sexta ola pediátrica

  • Los expertos no descartan que el virus aumente su circulación y gravedad entre los niños como única población no vacunada

  • La tasa de contagio entre los menores de 0 a 14 años es ya la segunda más alta en Sevilla

Una mujer camino junto a dos menores por una céntrica calle de la ciudad de Sevilla.

Una mujer camino junto a dos menores por una céntrica calle de la ciudad de Sevilla. / Juan Carlos Vázquez

En un momento en el que la quinta ola de coronavirus ya ha tomado un rumbo descendiente, con una clara disminución de las tasas de incidencias y de los casos activos, la gran incógnita empieza a ser si habrá o no una sexta oleada. Sin poder asegurarlo todavía a estas alturas, los expertos coinciden en que si así se produjese la variante Delta estaría detrás del mayor volumen de contagios y que serían lo menores de 12 años los mayores transmisores de la enfermedad al ser el único grupo de población que aún no se ha podido vacunar por falta de evidencia científica sobre el funcionamiento de las vacunas en sus organismos. Mientras llega la decisión de las autoridades sanitarias las propuestas pasan por mantener la ventilación en los colegios e institutos y seguir con medidas como la mascarilla y la distancia social.

El pediatra Ignacio Salamanca, coordinador de la Unidad de Investigación del grupo Instituto Hispalense de Pediatría (IHP) en Sevilla y experto en vacunas, no lo descarta. "Es una posibilidad que ya se baraja y que se teme. Con todo el porcentaje de cobertura de vacunación que hay en otras edades es una obviedad pensar que en aquellos grupos que no están vacunados es donde más va circular el virus y con lo cual habrá una tendencia de aumento de casos, que ya estamos viendo", afirma.

En la actualidad, según los datos publicados por el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA), los niños de 0 a 14 años cuentan con la segunda incidencia más alta de Covid-19 en la provincia de Sevilla, sólo por detrás del grupo de 15 a 29. En concreto, se contabilizan 418 casos por cada 100.000 habitantes, que se traducen en 1.328 positivos confirmados en los últimos 14 días, de los que 535 han sido diagnosticados en una semana. Afinando un poco más, es el grupo de entre 10 y 14 años el que más contagios concentra (647 en 14 días), seguido del de 5 a 9 años, con 382 casos en el mismo periodo de tiempo. Por otro lado, mientras avanza la vacunación entre los mayores de 12 años, siguen siendo las edades comprendidas entre los 15 y 29 años la que mayor número de contagios concentra con una tasa de 905,3 casos por 100.000 habitantes. En este caso son los de 15 a 19 años los más afectados por el virus, con 1.284 casos activos en estos momentos y una incidencia superior al millar (1.187,5).

Los cuadros de enfermedad que provoca el coronavirus en niños son muy similares a los que presentan los adultos. Los problemas más graves se refieren al proceso inflamatorio y respiratorio de la enfermedad y son muy pocos casos los que requieren hospitalización. Sin embargo, el facultativo no oculta la preocupación entre los especialistas dado que, pese a que esté demostrado que los niños pasan la enfermedad con un cuadro más leve, "al aumentar el número de casos también va a aumentar el porcentaje de niños que van a tener síntomas y complicaciones". "No será un porcentaje alto, comparado con los adultos o con aquellas personas que tienen factores de riesgo, pero lo que se está viendo ya es un aumento de la detección de casos y un aumento de niños con síntomas, así como una tendencia al alza de niños con complicaciones que están ingresados", afirma.

Esta situación ha llevado, según el especialista, a la realización de un estudio por parte del Grupo Andaluz de Infectología Pediátrica para profundizar en el mayor número de casos graves entre niños registrados en las consultas andaluzas, tanto en la sanidad pública como privada. "Por ejemplo, se está viendo ya como la obesidad, que se ha demostrado que es un factor de riesgo en los mayores, están también destacando en los niños con lo cual lo que hay en estos momentos es una mayor observación y preocupación", concreta, al tiempo que señala la probabilidad de que los menores también se enfrenten en un futuro a las secuelas de larga duración del virus tras una enfermedad asintomática.

Más optimista se muestra el presidente del Colegio de Médicos de Sevilla y tesorero del Consejo Andaluz de Colegios de Médicos, Alfonso Carmona. Según su opinión, el buen hacer de los menores respecto al cumplimiento de las medidas de seguridad (distancia social, mascarillas e higiene de manos) podrían ser claves para evitar una sexta oleada de contagios que llegara a través de la población infantil, única sin vacunar hasta la fecha. "Los niños han demostrado un saber estar que no tienen adolescente ni adultos. A mi consulta llegan todos con las mascarillas y tengo que indicarles para explorarlos que se la quiten. Quiero decir con esto que los niños están muy concienciados dentro de lo que es la primera medida que hay que cumplir para evitar contagios. Los responsables de una posible nueva ola serán la inconsciencia de muchas personas y la falta de vacunación", destaca.

El pediatra afirma, por su parte, que, "como mínimo", habría que alcanzar el 85% de vacunación para hablar de "inmunidad de rebaño" por lo que plantea como únicos objetivos en estos momentos "el seguir vacunando y mantener las mismas medidas de higiene y prevención". "Con eso ganaremos la batalla y seguramente podremos evitar otra ola que, en caso de la que la hubiera sería mucho menos devastadora", sostiene.

Sobre el menor impacto del Covid-19 en los menores respecto a la edad adulta, Carmona apunta a la posibilidad de una mayor inmunidad histórica en los niños por su elevada exposición a continuos catarros. "El coronavirus no es sólo el Covid-19, son todos los virus que provocan catarros y los niños cogen muchísimos catarros a lo largo esa etapa infantil y no se sabe si el menor impacto se puede deber a una inmunidad en este colectivo que ya está entrenada contra otros coronavirus y eso es lo que ha hecho que la inmunidad del niño sepa luchar contra él por una enseñanza aprendida de esos otros coronavirus a los que se enfrenta. Puede que todo esto haya confluido para que los niños no tengan tanto Covid", explica. 

Una enfermera vacuna a un menor de 14 años en el centro de salud e Cazalla de la Sierra. Una enfermera vacuna a un menor de 14 años en el centro de salud e Cazalla de la Sierra.

Una enfermera vacuna a un menor de 14 años en el centro de salud e Cazalla de la Sierra.

Los expertos consultados coinciden en que la vacunación en niños "es fundamental", pero para ello habrá que esperar, al menos, hasta mediados del 2022, por eso, es esencial que quienes sí puedan vacunarse, lo hagan. En cualquier caso, la participación del grupo IHP en el ensayo mundial de Pfizer con menores desde los 2 hasta los 15 años ha sido, en palabras de los entrevistados, "fantástica". "No hemos tenido que explicar para qué era el ensayo. Los niños han venido super motivados para vacunarse y nos ha impresionado la conciencia, no sólo de que se vacunaban para protegerse a sí mismos, sino también para proteger a sus amigos, a sus abuelos..., una ilusión altruista que nos ha sorprendido mucho", destaca Salamanca.

Mientras tanto, aunque la vacuna es una herramienta insustituible y necesaria, los especialistas recuerdan que no es la única, por lo que mantener la distancia de seguridad, el lavado de manos y el uso de la mascarilla sigue siendo prioritario.

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