Los crematorios privados hacen mella en el municipal. El auge de las incineraciones se ha convertido en un negocio, de ahí que cada vez sean más los empresarios que apuesten por esta actividad. Los últimos años han abierto varios crematorios en el área metropolitana que están afectando al de la capital. Los datos avalan este efecto. Entre 2013 y 2015 el número de incineraciones en San Fernando aumentaron más de un 20%, debido, principalmente, a la tendencia de los sevillanos por la cremación, mucho más económica que el enterramiento.

Sin embargo, dicho auge empieza a remitir en el crematorio municipal, no porque la inhumación vuelva a imponerse, sino por la amplia oferta privada. Hasta el pasado 25 de octubre, el número de incineraciones que atendió este servicio público llegó a 2.752. Hasta que finalice 2016, esta cantidad podría rondar los 3.000, lo que supone una merma aproximada del 25% respecto al ejercicio anterior.

Las propias fuentes municipales confirman que esta reducción obedece "al incremento de la oferta de crematorios privados en el área metropolitana". Dicha bajada no se debe a que el coste del servicio -lo cubre por lo general el seguro de deceso- sea más barato en los privados, sino a las comodidades que ofertan las empresas, donde no suele haber largas colas de espera para las incineraciones, algo habitual en San Fernando, en el que hubo años en los que se había convertido en una constante la avería de los hornos crematorios.

Pese a este descenso, el número de incineraciones sigue siendo bastante más alto que el de las inhumaciones, que hasta finales de octubre ha sido de 1.220, por lo que el año se cerrará con una cifra por debajo de la de 2015, cuando se registraron 1.572 enterramientos, lo que supuso una merma del 8,25% respecto al ejercicio anterior.

La festividad de Todos los Santos y de los Fieles Difuntos viene precedida este año por la polémica propuesta del gobierno de Espadas de subir algunas tasas en el cementerio, un incremento que se ha visto frenado, en parte, por las enmiendas presentadas por los grupos de la oposición, que han impedido el aumento del coste de las incineraciones, que queda congelado en 188,97 euros. Se trata, sin embargo, de una de las tasas más baratas de Andalucía, especialmente si se compara con la de Granada, donde dicho servicio cuesta 800 euros.

Lo que sí aumentará, y de forma considerable, serán las exhumaciones anteriores al periodo de vencimiento (cinco años), que pasarán de costar 302,36 euros a 907,08 euros (si han transcurrido 18 días de la inhumación) y 1.511,80 euros (si es antes). Este cambio equivale a subidas respectivas del 200% y del 400%. El Ayuntamiento justifica los aumentos en el alto coste que supone el trabajo de los equipos de protección individual (EPI) que se requieren para estas tareas.

También aumentará el coste de las obras de reparación en los enterramientos. Las de pequeña envergadura tendrán una tasa de 37,79 euros (antes eran gratis) y las que sean de tipo "estructural" supondrán un desembolso de 314,94 euros (antes costaban 37,79 euros). De igual modo, se verá elevada la tasa por el cambio de unidades mortuorias de un nicho o sepultura a otro (tarea que se realiza con bastante frecuencia para el agrupamiento familiar o nueva distribución de una propiedad funeraria). Hasta ahora dicho servicio era gratuito. Si el jueves se aprueba en el Pleno de ordenanzas, costará 62,36 euros.

El portavoz municipal de Ciudadanos, Javier Millán, fue el primero en denunciar estas subidas, que calificó de "cementeriazo". El Ayuntamiento prevé recaudar con las nuevas tasas más de cuatro millones de euros, la mitad del coste del servicio municipal de cementerio, estimado en ocho millones.