La cripta del Patio de Banderas será visitable desde el 15 de septiembre

El próximo 15 de septiembre pasará a la historia del patrimonio de Sevilla. Esa jornada se abrirá a las visitas la cripta del Patio de Banderas, un enclave arqueológico que contiene más de 2.000 años de historia de la ciudad y que, tras las excavaciones llevadas a cabo a principios de este siglo, se pudo contemplar por última vez hace nueve años. A partir de la fecha mencionada se accederá tres días por semana y en grupos de 15 personas. Un proyecto que se suma al anunciado hace varias semanas mediante el cual la Casa 7-8 del Patio de Banderas formará parte del recorrido por el Real Alcázar.

El concejal de Hacienda, Juan Bueno, ha anunciado este viernes una novedad que venían reclamando desde hace tiempo asociaciones conservacionistas como Adepa. El proyecto lleva por título Visitas Guiadas a la Cripta del Patio de Banderas. Serán gratuitas para los nacidos o residentes en Sevilla capital, como ocurre en el palacio mudéjar. Tendrán lugar los martes, jueves y sábados, a las 10:30. Debido a las características del espacio, los grupos no superarán las 15 personas. Unas circunstancias que también impiden el acceso a personas en sillas de ruedas o con dificultades para permanecer en sitios cerrados.

La apertura de la cripta ha sido un anhelo frustrado desde que acabó la segunda etapa de excavaciones a principios de la pasada década. Los primeros trabajos se acometieron en 1974. Corrieron a cargo del arqueólogo Manuel Bendala. Se llevaron a cabo en el perímetro más cercano a la Plaza del Triunfo. La siguiente intervención transcurrió entre 2008 y 2014. Al frente de ellas se puso Miguel Ángel Tabales. Dicha intervención sirvió para constatar que esta zona condensa más de 2.000 años de historia de Sevilla. Las diferentes cotas excavadas permitieron hallar vestigios de la ciudad fenicia, romana, visigoda e islámica, hasta entroncar con los orígenes del cercano Alcázar.

El proyecto fallido de Zoido

Fue en febrero de 2012 cuando el entonces alcalde Juan Ignacio Zoido visitó los trabajos en la cripta para anunciar, en rueda de prensa, que dicho recinto sería visitable en 2014. Una apertura que llevaba aparejado un importante proyecto que se encargaría de redactar la Gerencia de Urbanismo, el cual se sacaría a concurso público para adjudicar su ejecución. Con un coste aproximado de 3,5 millones de euros, contemplaba la instalación de un centro de interpretación en la vivienda número 15 del Patio de Banderas, que serviría también de acceso –mediante un túnel– a la cripta. La zona expositiva constaba de 600 metros cuadrados y se desarrollaría al mismo rasante que los restos encontrados.

Un proyecto que, como tantas veces ocurre en esta ciudad, no salió del papel. En marzo de 2015, meses antes de las elecciones en las que el PP perdió la Alcaldía hispalense, el gobierno de Zoido cubría por completo el Patio de Banderas. Las visitas a los restos arqueológicos habían sido “víctima de la crisis económica”, según afirmaban entonces los populares. Nadie se había interesado por ejecutar y financiar la propuesta.

Desde entonces, la cripta sólo se ha abierto para visitas muy puntuales, realizadas por expertos. La última vez –según apuntan desde el Ayuntamiento– fue en 2016, con motivo de la Semana de la Arquitectura en Sevilla.

La reclamación de Adepa

No han faltado estos años voces críticas con tal situación. Una de ellas ha sido la de Adepa, que el pasado febrero, en una mesa redonda sobre el patrimonio arqueológico sevillano, celebrada en la Real Academia Sevillana de Buenas Letras, lamentó que la apertura de la cripta del Patio de Banderas no fuera “una prioridad” para el Patronato del Real Alcázar, titular de estos restos de tanta importancia.

La asociación conservacionista instaba al Ayuntamiento a la apertura del enclave, puesto que la estructura ya estaba habilitada desde que concluyeron los trabajos en 2014. Un acceso, eso sí, pensado para expertos y grupos reducidos de visitantes, que impide la entrada (por ahora) de personas con movilidad reducida.

En dicha conferencia, además, se criticó que buena parte de las criptas arqueológicas de la ciudad no puedan visitarse, como la que alberga restos de muralla romana en la calle Francos, la medieval frente a la Torre de Don Fadrique o la cisterna romana de la Plaza de la Pescadería.