La juez de lo Penal número 8 de Sevilla acordó ayer la puesta en libertad sin fianza del vecino de Coria del Río Javier Suárez Rodríguez, que permanecía en prisión desde octubre del pasado año, tras ser detenido como presunto autor de los homicidios imprudentes de Rosa María Real Calero y Ángel Antonio Marrero Jiménez, en el accidente que ocurrió el 30 de octubre en la avenida de Juan Pablo II de Sevilla.

El auto de la magistrada considera que no hay riesgo de fuga del acusado, cuyo juicio se suspendió la semana pasada y fue aplazado hasta el próximo 21 de septiembre, y destaca que hasta el momento de su detención el procesado, que tiene 25 años, había mantenido una conducta "normal y ejemplar", según explicó ayer el abogado Manuel Manzaneque. El letrado destacó que la juez también ha valorado el informe elaborado desde el Ayuntamiento de Coria del Río, en el que se pone de manifiesto que el acusado había realizado actividades solidarias en el municipio -como el cuidado de personas mayores-, y también otro informe de la factoría de automóviles donde había estado trabajando hasta su detención.

Manuel Manzaneque mostró su satisfacción por el hecho de que "no se confunda la Justicia con la venganza" y añadió que comprende a los familiares de las víctimas. "La pesadilla de los padres es la misma que yo tengo a diario: que les pase algo a mis hijos y no vuelvan a casa", explicó el letrado.

La decisión de la juez de dejar libre sin fianza a Javier Suárez Rodríguez motivó ayer una primera reacción de la familia de Rosa María Real Calero, que tenía 20 años cuando murió en este accidente. El padre de la joven, Enrique Real, se refirió ayer con ironía a la decisión de la magistrada de dejar en libertad al acusado. "Quiero darle las gracias a la juez por el regalo que le ha hecho a mi hija mayor, Cristina, que mañana [por hoy] cumple 23 años", aseveró Enrique Real.

En el mismo tono, la familia de Rosa María quiso "agradecer la deferencia" del Ayuntamiento de Coria del Río por el informe en el que pone de manifiesto que Javier Suárez Rodríguez es una persona solidaria. "Lo único que espero es que no sea solidario con las campañas de alcoholemia y de Tráfico", añadió Enrique Real, que explicó que aún no había tenido la oportunidad de leer el auto dictado por la juez y por tanto no conocía los argumentos que había acogido la magistrada para aceptar la petición de libertad de la defensa.

La acusación particular que ejercen los familiares de Rosa María Real Calero y Ángel Antonio Marrero Jiménez se opusieron a la puesta en libertad del joven que provocó el accidente, al entender que la Audiencia de Sevilla ya decidió en abril pasado que el imputado siguiera en prisión provisional por la gravedad de las pena que podía imponérsele y la inminente celebración del juicio.

El abogado de las familias de las víctimas, Manuel Parrilla, argumentó entonces que los hechos son de tal gravedad que existe riesgo de fuga y la posibilidad de reiteración delictiva del acusado. "La naturaleza del hecho delictivo resulta de suma gravedad, tanto por el trágico resultado, como por la gravedad de las infracciones implícitas en la acción del imputado, tales como elevadísima tasa de alcohol, y la conducción con absoluto desprecio de cualquier norma de circulación: se saltó varios semáforos en rojo y circuló a más de 100 kilómetros por hora". La acusación particular consideró, por tanto, que un joven "sin esposa e hijos" podría darse a la fuga.

En cuanto a la posibilidad de que vuelva a cometer un delito contra la Seguridad Vial, el letrado indicó en el escrito remitido al juzgado de lo Penal número 8 de Sevilla que "una persona que es capaz de estar bebiendo durante horas y horas, bien podría repetir un episodio similar", porque se trata de un "individuo peligroso para la seguridad de los demás ciudadanos, al haber demostrado con tales hechos que carece de madurez y civismo para evitar ponerse al volante a pesar de beber incluso cantidades desorbitantes de alcohol".

La juez ha descartado los argumentos de la acusación y, en su lugar ha valorado los de la defensa, que puso como ejemplo los casos del torero Ortega Cano y del bailaor Farruquito para denunciar que el joven siguiera aún en prisión.