“Me dejaron sola, con el parto parado y rodeada de desconocidos”
SEMANA MUNDIAL DEL PARTO RESPETADO
María relata que al romper aguas, las matronas del centro privado estaban celebrando un ritual con ayahuasca
Una cesárea 'sobresedada' y desinformada: "Nunca me he sentido más vulnerable. Me ha costado reconocer mi cuerpo"

Sevilla/En la Semana Mundial del Parto Respetado, que se celebra del 19 al 25 de mayo, el testimonio de una joven madre sevillana vuelve a poner sobre la mesa una realidad silenciada: la violencia obstétrica y la falta de garantías en algunos centros privados de nacimientos.
Madre de un precioso bebé de un año, María, relata una experiencia dolorosa, marcada por el abandono, la negligencia y el incumplimiento de todo lo que soñó para el nacimiento de su hijo.
"Toda mujer tiene derecho a un parto seguro"
“Ser madre era lo que siempre había querido”, comienza. Pero la maternidad le llegó en un momento especialmente duro: sin pareja, sin trabajo —acababan de despedirla de sus dos empleos como hostess y dependienta de parafarmacia— y mientras cursaba un grado superior de Imagen y Estilismo.
"Me di cuenta de que estaba embarazada porque no me bajaba el periodo. Al decirle al padre, con quien acababa de reencontrarme, me dejó claro que no quería saber nada. Nunca ha conocido al niño”.
María había planeado un parto natural, en el agua, en una casa de nacimientos ubicada en el término municipal de Valencina de la Concepción (Sevilla), que ya ha cerrado definitivamente sus puertas.
“Soñaba con algo íntimo, acompañada de mi familia. Fui a las sesiones, pagué hasta 3.000 euros… pero cuando rompí aguas y las llamé, me dijeron que estaban en una reunión. ¡Con diez personas, haciendo un ritual con ayahuasca!”.
La situación derivó en un caos. “Me dijeron que fuera igual, pero llegué y no había nadie preparado. Me pusieron en una habitación, me exploraron y se fueron. Allí me quedé sola, con el parto parado. Pasé tres días rodeada de desconocidos. No es normal. Me sentí fatal, me hablaban mal. Una de ellas me dijo que tenía que irme al hospital… ¡después de 72 horas de haber roto aguas!”.
Atendida en el hospital Macarena
Ya en el Hospital Macarena, María entró con fiebre y tan solo tres centímetros de dilatación. “Intentaron que fuera un parto natural, me exploraban una y otra vez. Gracias a Dios, mi hijo nació sano. Pero yo salí destrozada”. Tras lo sucedido, María intentó reclamar. “Fui a un abogado, pero no era especialista. Habló con ellas para que me devolvieran al menos la mitad. Me la devolvieron. Pero yo quiero que me devuelvan todo. No fue lo que prometieron, y fue negligente”.
Cuenta que el matrón del hospital ya conocía a las responsables del centro. “Me dijo: ‘Tienen esa fama, y ya me lo habían dicho varias personas’. Entonces, ¿por qué sigue funcionando?”
Semana Mundial del Parto Respetado
María representa a muchas mujeres que han sufrido partos deshumanizados o desatendidos, por lo que su testimonio debe servir para tomar conciencia de las secuelas físicas y psicólogicas que sufren las madres.
De este modo, La Organización Mundial de la Salud lo advierte: “toda mujer tiene derecho a un parto seguro, acompañado, informado y respetado”.
“Yo soy una persona positiva”, concluye María. “Pero necesito volver a hablarlo con ellas. Esto no se arregla con la mitad del dinero. Quiero justicia. Porque nadie debería sentirse abandonada en el momento más importante de su vida”, concluye.
También te puede interesar
Lo último