Atropello mortal Polígono Store

Los testigos discrepan sobre si el atropello del Polígono Store fue intencionado o un accidente

  • Unos aseguran que el acusado estaba "acorralado" por un grupo que quería agredirle y otros que quería arrollar a estas personas.

Varios testigos que han declarado este martes en el juicio por el atropello mortal del Polígono Store han discrepado sobre si la conducta del acusado, Juan Francisco Gámez Durán, fue intencionada o se trató de un accidente cuando arrolló a Manuel Alías García en la madrugada del 12 de diciembre de 2010 tras un incidente entre dos grupos que asistían a una cena de Navidad.

Uno de los testigos presenciales que han rendido testimonio ante el jurado popular, Juan José C. P., ha sostenido que el acusado se vio "acorralado" por un grupo de personas que "no le dejaban irse, le intentaron abrir las puertas y le decían que se bajara del coche, que lo iban a matar".

Este testigo, que asegura que incluso le arrojando algo parecido a una mesa, ha precisado que el procesado realizó varias maniobras hacia delante y hacia atrás para "quitarse a la gente" de encima. En cuanto al momento del atropello, el joven ha afirmado que aunque no vio al chaval, sí que observó cómo el vehículo de Juan Francisco Gámez dio un "volantazo", en una maniobra para "esquivar" al peatón.

Otro testigo, Antonio Manuel G. A. ofreció una versión bien distinta, por cuanto sostuvo la intencionalidad del atropello. El testigo ha señalado que vio cómo el coche "intentó atropellar" a sus compañeros, porque el vehículo no estaba atascado en la calle, sino que el conductor "iba a lo que iba, lo que hacía era intentar atropellar" a sus compañeros, añadió el joven.

Este testigo se hallaba dentro del local donde se habían celebrado varias cenas de Navidad aquella noche del 12 de diciembre de 2010 y, según ha manifestado, desde esa posición pudo ver cómo el coche se marchaba "bastante rápido" del lugar, circulando por el centro de la calzada hasta que "al llegar a la altura" de la víctima, Manuel Alías, "cambió de dirección” hacia la derecha y lo golpeó, continuación acto seguido la marcha. Este testigo dice que el vehículo no llevaba las luces encendidas.

Un tercer joven, Alejandro M., confirmó que vio tres o cuatro "embestidas" previas del vehículo a un grupo de personas y coincidió en que la velocidad a la que circulaba en el instante del atropello era "alta", así como que, según este joven, “nadie rodeaba el coche”. El golpe a la víctima fue "espantoso", ha precisado este testigo, que ha narrado cómo vio a Manuel Alías salir volando y caer al suelo de cabeza.

Durante los interrogatorios, el fiscal llamó la atención a algunos de los testigos en relación a las contradicciones con respecto a su declaración en el juicio y a las que realizaron ante la Policía o en la fase de instrucción de la causa, y la abogada de al defensa Esperanza Lozano, protestó porque entiende que según la jurisprudencia las declaraciones policiales no pueden incorporarse a la vista oral, sólo aquellas que se hayan prestado ante la autoridad judicial.

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