Las elecciones que sí 'ganó' Hillary Clinton
calle rioja
Roberto Sánchez, presentador del programa de televisión 'Salud al Día', cubrió dos campañas electorales en Estados Unidos: las elecciones de 1992 y 2000
Todos lo asocian con el programa Salud al Día, que presenta desde el año 2001, pero por detrás -y por delante- de esa imagen de periodismo saludable y científico al que acompañan unos nada habituales índices de audiencia y fidelidad hay una trayectoria periodística que entre otras cosas llevó a Roberto Sánchez Benítez (Tánger, 1965) en dos ocasiones a cubrir la campaña de las elecciones en los Estados Unidos.
Dos noviembres de su vida. En noviembre de 1992 vio perder a Bush padre, "el más brillante de la familia" y en noviembre de 2000 vio ganar a Bush hijo. En 1992 asistió al triunfo de Bill Clinton y ocho años después a la derrota de quien fuera su vicepresidente, Al Gore, al que ya como paladín del cambio climático tuvo ocasión de presentar en Málaga ante un foro de empresarios y analistas internacionales. "Fue cuando yo hacía en Canal Sur el programa Tecnópolis".
Aprendió televisión con Jesús Hermida, al que homenajeó en su primera campaña norteamericana llevando una gabardina como fetiche. Los miles de seguidores de su programa no sabrán que este andaluz de vocación antes de hablar del colesterol y las endorfinas cubrió información de la Casa Real, la Moncloa, el Congreso y el Senado. "Había acompañado a los reyes Juan Carlos y Sofía en un viaje a Estados Unidos y Canadá y a Felipe González a una entrevista que mantuvo con el presidente Bush, el padre".
El mismo año 1992 de la Expo y los Juegos Olímpicos de Barcelona, Madrid acogió una cumbre de Paz para el Oriente Medio que Roberto cubrió como delegado de Canal Sur en la capital de España. "Asistieron Gorbachov, Yaser Arafat... Esa paz no conseguida fue la asignatura pendiente de Bill Clinton".
Un mes después del final de la Expo, viajó a Estados Unidos. "Llegué cinco días antes del final de la campaña y me fui directamente a Little Rock, cuartel general de Clinton y capital del Estado de Arkansas". En la Universidad de Yale había conocido a Hillary Rodham, de Chicago. "Hillary era mucho más brillante que él. Clinton me recordaba al Felipe González de 1982: la palabra cambio, el sur, el acento".
Clinton derrotó a los republicanos y a las encuestas. Fue su único triunfo, que le mantuvo en la Casa Blanca dos mandatos consecutivos, hasta 2000. Después perdería las elecciones a las que concurrieron su vicepresidente en 2000 y su esposa en 2016. "Era mucho más difícil que ganara Bill Clinton en 1992 que Hillary en 2016. Ese año me impresionó tanto su mujer, en la lista de las cien mejores abogadas, que llegué a decir que algún día sería la primera mujer presidenta de los Estados Unidos. Casi acierto, pero al final me equivoqué".
Entre 1992 y 2000, del Bush que perdió al Bush que ganó, hubo los Juegos de Atlanta 1996 y el triunfo de Aznar en las elecciones acabando con 14 años de Felipe González en la Moncloa. Roberto volvió a los Estados Unidos. "Yo fui a Nashville y Vicente Vallés a Washington". Al Gore era un candidato brillante, hijo de gobernador, con un bagaje intelectual a prueba de debate, "pero, como a Hillary, yo creo que le perdió la soberbia. Es un aristócrata en el sentido griego, etimológico de la palabra, el gobierno de los mejores. No parecía humano y le decían Mr. Robot. Por eso ganó Bill Clinton en 1992, Obama en 2008 y ahora Trump, porque conectan con el americano medio".
El triunfo de Clinton lo celebró en The Terrace, un bar de Little Rock que regentaba una valenciana. El de George W. Bush, "la oveja negra de la familia, su hermano Jeb, gobernador de Florida, es mucho más brillante", tuvo un componente casi milenarista en el cambio de milenio. Relevo de calendas que coincide con la llegada de Sánchez Benítez, "los Sánchez son de Tarifa, los Benítez de Medina Sidonia", a Salud al Día, aunque el programa arrancó con José Antonio Gavira.
Con medio centenar de premios y doce maratones, ha recordado esas dos campañas en este vuelco de los pronósticos. Nació en 1965, entre el asesinato de un Kennedy, JFK (1963) y el de otro, Robert (1967). Hijo de emigrante, el periodismo le devolvió a la tierra de sus mayores después de nacer en Tánger y vivir en Cataluña (su hermano nació en Palamós), Fráncfort, El Tiemblo, Cebreros, "éramos vecinos de los padres de Adolfo Suárez", y Alcorcón, "un trozo de Madrid lleno de andaluces y extremeños".
"En 1985 le dije a Yolanda, la que era mi novia, que si llegábamos a algo mis hijos nacerían en Andalucía". 31 años después, aquí están. "Cuando se quedó embarazada, nos vinimos a Andalucía". Ha sido jefe de Informativos y de Nacional e Internacional. Le hicieron dos ofertas irrechazables de España Directo, pero las rechazó. "Les dije que si Estudio Estadio o Saber y Ganar se hacían desde Sant Cugat del Vallès, ¿por qué no se podía hacer España Directo desde Andalucía? La misma filosofía que Jesús Quintero o Carlos Herrera, que han hecho la mejor radio de España sin salir de Sevilla".
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