La estación Cocheras se acabará en septiembre tras casi 3 años de obras

La estación Cocheras del Metro es la única de las 21 en funcionamiento de la línea 1 que sigue en obras. Desde el 2 de abril de 2009 ofrece servicio de transporte a los barrios obreros del entorno de la carretera de Su Eminencia (Las Águilas, Los Prunos, La Música) coincidiendo con la primera inauguración del Metro, pero los accesos a la estación y el entorno quedaron pendientes de una profunda reurbanización a varios niveles de altura que no ha concluido a día de hoy, pese a que se adjudicó en enero de 2009 para estar lista en 2010 (14 meses de plazo).

Los trabajos de reurbanización de la estación Cocheras acabarán a finales de septiembre después de casi tres años de obras, según cálculos de la Agencia de Obra Pública de la Junta, que asegura que el espectacular retraso se ha debido a las lluvias y a la quiebra de la empresa contratista, Rafael Morales.

Su emplazamiento sobre un montículo de siete metros de altura -así salva la pendiente que necesita la línea para elevarse por el viaducto del Guadaíra- llevó a la Administración andaluza a incluir el deseo de los vecinos de tener dos ascensores y una escalera mecánica para facilitar el acceso a la entrada de la estación, además de dos rampas para subir a pie.

Desde finales de junio los vecinos suben por las rampas con pendiente más suavizada que han sustituido a las provisionales, con una inclinación excesiva que agotaba a los usuarios. Sin embargo, los ascensores y la escalera mecánica están cerrados y sin uso hasta septiembre. Están instalados y con la maquinaria lista. La Junta dice que hay que esperar a integrarlos en el sistema informático de Metro de Sevilla porque se gestionarán desde el Puesto de Control Central de la línea 1. Así se garantiza que cuenten con un personal de mantenimiento cercano.

Oficialmente la lluvia y la crisis de la empresa consumieron 10 meses más de obra. La lluvia alargó cuatro meses más los trabajos: de diciembre de 2009 a marzo de 2010 destrozó los cuatro taludes laterales del nuevo parque elevado que rodea la estación y hubo que reforzar el terreno con cemento, explicó el director de explotación y servicio de la Agencia de Obra Pública, Rafael Candau.

El factor de la crisis económica llevó a la constructora Rafael Morales a presentar en 2010 un concurso de acreedores y finalmente traspasó la obra a la empresa Heliopol en marzo de 2011. Eso evitó que la Administración tuviera que licitar de nuevo los trabajos y retardar aún más la construcción. Cuando Morales hizo el traspaso a Heliopol la obra se encontraba con un nivel de ejecución global del 70% sobre un presupuesto total de 6,3 millones de euros, según datos de la Junta.

La nueva constructora tuvo problemas para reactivar la obra del entorno de la estación, admitió esta semana a este periódico el jefe de obras de Heliopol, José Luis Reina, quien calificó este proceso como "lo más complejo" de los trabajos que vienen desarrollando desde marzo. "Los vecinos ahora están contentos, pero con el cambio de empresa se quejaban de falta de trabajadores", declaró Reina.

Según la Agencia de la Junta, el nivel de ejecución actual de la obra es del 81% contando las certificaciones de obra pagadas. En obra civil ejecutada el nivel se eleva al 95%, con la previsión de acabarla a finales de agosto, incluidos los trabajos de pavimentación.

A principios de septiembre se abordarán los remates que quedan: la plantación de especies vegetales trepadoras que ocultarán los taludes y muros de contención del parque, el alumbrado definitivo, el revestimiento de granito de los muros laterales y el mobiliario urbano (bancos y juegos infantiles). El movimiento de trabajadores que se veía esta semana en el tajo era escaso. Heliopol asegura que hay de 20 a 25 personas a diario. La pavimentación está siendo lenta por su carácter artesanal, que mezcla varios estilos, entre ellos la calzada portuguesa (con expertos del país luso) y cerámica alemana.