Una estatua, un aeropuerto y muchas calles

Calle Rioja

Imagine. Los Beatles siguen siendo superventas 30 años después del asesinato de John Lennon. En Amor de Dios comparten escaparate con Antonioni y con Clint Eastwood.

Juan Azagra, que trabaja en Record Sevilla, tenía dos años cuanto mataron a John Lennon.
Juan Azagra, que trabaja en Record Sevilla, tenía dos años cuanto mataron a John Lennon.

08 de diciembre 2010 - 05:03

ESTÁ en el escaparate de Amor de Dios como auténtica rareza. Barack Obama le ha contado a Paul McCartney al recibirlo en la Casa Blanca que en tiempos le regaló a su mujer el disco de los Beatles que incluía la canción Michelle. A John Lennon lo mataron en Nueva York como a Lincoln o los Kennedy. Su reino sigue siendo de este mundo.

El EP (cuatro canciones) se titula Michelle y en el expositor de Record Sevilla comparte espacio con dos películas de culto, Blow Up, de Antonioni, y Harry el Sucio, de un Clint Eastwood que igual que Lennon tenía querencia por Almería. Allí compuso el de Liverpool la canción Strawberry Fields que ahora da nombre a una parte del Central Park de Nueva York que miles de curiosos, seguidores, admiradores y mitómanos visitarán hoy en el trigésimo aniversario de su asesinato. También hay en el escaparate una camiseta de AC&DC, un disco de Alaska y los Pegamoides y otro de villancicos navideños en inglés y latín: Adeste Fidelis.

Juan Azagra tenía dos años y medio cuando mataron a John Lennon. Trabaja en esta tienda de últimos mohicanos del coleccionismo discográfico. Su disco favorito de los Beatles, de los que están muy bien surtidos, es Double Fantasy. Luis Díaz estaba a punto de cumplir 9 años. "Sí recuerdo el alboroto del telediario. Esas cosas no las olvidas aunque seas un niño, como el atentado contra Reagan".

Records Sevilla se trasladó hace 25 años de San Eloy a Amor de Dios. Algo no ha cambiado en ese tiempo. "Los Beatles son el grupo más atemporal que existe", dice Luis Díaz, "siempre son superventas, sea una reedición o un recopilatorio. Y no sólo interesa a la generación que creció con ellos, que se quedó colgado con sus canciones. Te los pide un chaval de quince años. Lo curioso sería saber qué pensaría Lennon de estos tiempos. Tanto hippy, tantas buenas intenciones echadas al traste. Yo creo que ha quedado como un icono porque murió antes de tiempo".

Lo mató Marc David Chapman el día de la Inmaculada Concepción de 1980. Luis no se imagina a los tunos cantando Imagine o Let it be. "Sólo de pensarlo, me produce escalofrío". Para los fetichistas o quienes quieran sorprender con un regalo de Reyes original, hay tazas para el té o el whisky de los Beatles. También de Sex Pistols y de los Who.

Los béticos que acompañaron al equipo en la Liga de Campeones se bajaron en el aeropuerto John Lennon de Liverpool. Da nombre a una avenida en San Petersburgo y tiene estatua en La Habana, donde Carlos Marx tiene un teatro. Marxismo-lennonismo. En España son legión las ciudades que lo han incorporado al callejero: Getafe, Mérida, Madrid, Badalona, Telde, Teruel, Vilanova i la Geltrú y El Ejido, donde una actuación de los Rolling Stone desencadenó una tormenta política que acabó con el alcalde en la cárcel. También tiene calle, presumiblemente inundada por la subida del Genil, en Écija.

La voz y la música de John Lennon sonaron hace 30 años en Sevilla, poco después de su muerte, para reivindicar la puesta en libertad del periodista Xavier Vinader. De Sevilla a Liverpool realizó su particular destierro José María Blanco White, que huía del oscurantismo y la cerrazón. En su canción God, Lennon dice que no cree en Dios, ni en Elvis ni en los Beatles.

Han matado a John Lennon. La noticia la oí en la radio del autobús en el que viajaba de Sevilla a Murcia, a la jura de bandera de mi hermano Juan, tocayo de Lennon, en la brigada de paracaidistas de Alcantarilla. Al cielo fueron sus canciones, como el tema Accross the Universe que mandó la Nasa al espacio en 2008. Llévese God en Amor de Dios.

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