La crisis pasa factura a las ventas de Cartuja 93 pero deja intacto el empleo

Nadie se escapa a la crisis. Ni siquiera las empresas tecnológicas que, a juicio de todo futurólogo que se precie, son el maná de la economía que viene. Muestra de ello da el balance de Cartuja 93, el parque científico y tecnológico de Sevilla, que sintió la embestida de la coyuntura durante el ejercicio pasado. Sin ir más lejos, la facturación de las 344 empresas sitas en el recinto cayó un 1,7%, hasta rozar los 2.200 millones, la primera caída que se registra en los últimos ocho años de trayectoria del parque. Un descenso que le ha llevado a perder el liderato del ranking nacional de tecnópolis por facturación en favor del de Zamudio, en Vizcaya. Ahora ocupa la segunda plaza. Sin embargo, no todo ha sido malo. El empleo salió inmune de la quema, lo que no es pecata minuta en los tiempos que corren.

Cartuja 93 abandonó el año 2008 con un sabor agridulce. Por una parte, mantuvo el tipo en cuanto a número de empresas y empleo, pero por otra sufrió una caída de los ingresos, que si bien no fue muy acentuada, la llevó a tener que apearse de la cúspide de las tecnópolis españolas. El recinto cerró el ejercicio con 344 instaladas, lo que supuso un alza del 0,9%, o lo que es lo mismo tres entidades más, lo que da cuenta de la ralentización de la actividad del parque, ya que en años precedentes las incorporaciones fueron a un ritmo de dos dígitos: 12 en 2007, 18 en 2006 y 20 en 2005. La falta de suelo también está detrás de esta situación -no sólo la crisis-, ya que resulta difícil ir más allá de cubrir los espacios de las firmas que salen. Y es que, hoy por hoy, la tecnópolis está colmatada, con un 67,6% del suelo en uso, el 13,7% en obras, y el 18,7% asignado. Disponible no hay ni un metro cuadrado de la actual superficie, que asciende a 334.289.

En empleo, Cartuja 93 también salió airosa del año de crisis. En unos momentos en los que los ERE hacen estragos por doquier, el recinto puede presumir de no haber perdido ni un solo puesto de trabajo, es más, la plantilla global de las empresas ubicadas en la zona se engrosó un 1,9%, hasta los 13.754 trabajadores. Un empleo de alta cualificación, "que ofrece mayores garantías y durabilidad", en palabras de Isaías Pérez Saldaña, presidente de Cartuja 93, que asistió ayer junto a la directora general de la tecnópolis, Ángeles Gil, y su homólogo en el IAT (Instituto Andaluz de Tecnología), Miguel Ángel Luque, a la presentación del estudio Inventario y evalución tecnológica de las empresas y organizaciones instaladas en el Parque Científico y Tecnológico Cartuja 93.

Si bien el crecimiento del empleo fue modesto, supuso un avance al fin y al cabo, algo que no se replicó en el capítulo de ventas. Éstas sufrieron la primera caída desde el año 2000, ejercicio en que el IAT elaboró el primer informe del parque tecnológico. "Esto demuestra que nadie es ajeno a la crisis, sobre todo, a la financiera, ya que nuestras empresas han sufrido la falta de liquidez del mercado y han utilizado su caja no tanto para invertir en I+D+I y formación, sino para atender a las obligaciones más inmediatas", explicó Pérez Saldaña.

La facturación de la tecnópolis sevillana descendió un 1,7%, hasta los 2.199,5 millones, un retroceso que le arrebató el primer puesto del ránking nacional por volumen de negocio. En 2007 Cartuja 93 conquistó esta cima con unos ingresos de 2.238 millones, relegando con ello a su rival más directo, el Parque Tecnológico de Vizcaya, ubicado en Zamudio, a la segunda posición, con 1.950 millones. Sin embargo, el año pasado, el recorte del recinto hispalense cambió los papeles, ya que la facturación de casi 2.200 millones no pudo superar la de 2.526 millones del parque vasco. "Nuestra facturación es menor porque aquí no se produce, aquí lo que hay es masa gris, ciencia y tecnología, no olvidemos que éste es un parque científico-tecnológico, y aquél sólo tecnológico", matizó el presidente de Cartuja 93.

No obstante, en número de empresas y de empleos, Cartuja 93 sigue sacando ventaja a las 210 compañías (134 menos) y los 7.270 trabajadores (6.484 menos) del parque de Zamudio.

La caída de los ingresos se notó más fuertemente en las empresas de servicios generales de la tecnópolis hispalense (-14,8%), mientras que las de servicios avanzados y tecnologías avanzadas sufrieron un poco menos (1,4% y 1,3%, respectivamente). Estas últimas siguieron absorbiendo el mayor protagonismo del recinto, ya que aportaron el 78,2% de la actividad económica, el 74,7% del empleo y el 55,2% del volumen de entidades.