Los hosteleros rechazan la prohibición de hacer bodas en las haciendas
El sector defiende que muchas de las capillas utilizadas están consagradas y que cada enlace suspendido puede afectar a 80 trabajadores.
Los hosteleros sevillanos han rechazado este lunes el decreto del Arzobispado que ha prohibido celebrar bodas en haciendas y hoteles y han respondido que las capillas de estos establecimientos tienen siglos de antigüedad y que la medida hará un flaco favor a la caída en picado de los enlaces religiosos.
Además, algunos hosteleros consultados por Efe han rechazado informar al Arzobispado de las bodas que ya tienen concertadas, sin recabar primero el consentimiento de los contrayentes, pues podrían estar vulnerando la Ley de Protección de Datos.
El vicario general ha emitido un decreto, publicado en el Boletín Oficial del Arzobispado y notificado por carta a las haciendas sevillanas, en el que ordena que a partir de ahora las bodas se celebren obligatoriamente en las parroquias.
La orden prohíbe expresamente a partir del 15 de julio de 2008 los enlaces en hoteles, haciendas o cortijos, incluso si cuentan con capillas u oratorios, con la excepción de aquellas celebraciones que estén contratadas a día de hoy, que quedan autorizadas con independencia de su fecha de celebración.
Fuentes del sector han indicado a Efe que la medida hará un flaco favor a las bodas religiosas y su caída en picado como atestiguan los datos divulgados recientemente por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Según dichos datos, en una provincia tan religiosa como Sevilla las bodas civiles supusieron el 31,2 por ciento de las 10.586 celebradas durante 2007, pero en numerosas provincias del norte de España ese porcentaje supera ya el 60 por ciento.
Han añadido las fuentes que la prohibición del Arzobispado no sólo dejará sin trabajo al sacerdote, sacristán y personal del hotel, sino que supondrá pérdida de ingresos para los proveedores habituales del establecimiento y la pérdida de un negocio del que "se van a beneficiar otras diócesis".
Las bodas que se celebran en cortijos suelen ser contratadas por personas de fuera de Sevilla, a las que resulta más económico no tener que desplazar a todos los invitados a alguna iglesia del centro, según el sector.
En total, cada boda suspendida puede afectar a 80 puestos de trabajo, han añadido las fuentes.
Además, los hosteleros destacan que muchas de esas capillas están consagradas y citan el caso del oratorio de la Hacienda Benazuza en Sanlúcar la Mayor (Sevilla), que tiene cuatro siglos de antigüedad, en su día fue parroquia y existió antes de que lo hiciese el pueblo al que ahora pertenece.
También te puede interesar
Lo último
Contenido Patrocinado
Contenido ofrecido por el Ayuntamiento de Rota
Contenido ofrecido por Nervión Plaza
Contenido ofrecido por Restalia