El incierto futuro económico del Reino Unido por el coronavirus

La pandemia de coronavirus es sobre todo una crisis de salud pública. Sin embargo, las necesarias restricciones de distanciamiento social han creado un shock sin precedentes en la economía global. Y uno de los países que más está sufriendo en la actualidad las consecuencias es el Reino Unido.

Comprender la escala, la naturaleza y la trayectoria del choque económico es muy importante para ayudar al Reino Unido y a otros gobiernos a diseñar el apoyo fiscal que reduzca el daño inmediato en los hogares y las empresas a corto plazo. La idea es que este apoyo económico facilite la recuperación y garantice una salida sostenible a la crisis a largo plazo.

Las pérdidas económicas en el Reino Unido

Los expertos económicos en el Reino Unido creen que el país puede enfrentarse a tres escenarios diferentes. Tres escenarios basados en el distanciamiento social durante tres, seis y doce meses. Los tres sugieren que el shock económico no solo puede ser severo, sino también más prolongado de lo que hasta ahora habían vaticinado muchos pronosticadores internacionales.

Cada uno de estos escenarios tendrá profundas consecuencias para los costes y la sostenibilidad del país tanto a corto como a largo plazo. Algo que, tal y como podemos ver en Economipedia, puede suceder en el resto de países.

Las restricciones de distanciamiento social ya se utilizaron a modo de respuesta frente al brote de gripe española de 1918-1920 en Europa y América del Norte, para el brote del SARS del 2003 en Hong Kong y para la epidemia de ébola en África occidental del 2013 al 2016.

Los periodos de distanciamiento social variaron significativamente entre los países y las restricciones se endurecieron y se redujeron con el tiempo. El promedio de la reducción de la actividad económica en el año posterior al brote de estas epidemias fue del 7% al 20%. Las reducciones en el PIB del Reino Unido durante el brote actual prevén que las pérdidas económicas en el país se muevan en este baremo.

La Oficina de Estadísticas Nacionales del Reino Unido ya sugirió que, a mediados de abril, una cuarta parte de las empresas habían cerrado temporalmente y otro 40% de las mismas estaban funcionando, pero a un ritmo de trabajo muy inferior. Solo un 5% de las empresas del país están generando una mayor cantidad de ingresos de lo habitual.

A la vista de estas cifras, se estima que la actividad económica en el Reino Unido durante el confinamiento social es de un 30% más baja.

La incertidumbre económica tras el confinamiento

En estos momentos, sigue habiendo en el país incertidumbre con respecto a la rigurosidad y la duración de las medidas de distanciamiento social. La experiencia de epidemias anteriores sugiere que pueden llegar a existir restricciones de distanciamiento social durante al menos un año o hasta dar con una vacuna adecuada.

Un impacto a largo plazo del coronavirus en la economía y las finanzas públicas del Reino Unido no solo depende de la profundidad de la contracción en la producción de este año, sino también del tiempo que tardará la economía en recuperarse después de que se levanten las restricciones de distanciamiento social.

En epidemias anteriores se tardó unos tres años para que el PIB volviera a su nivel anterior a la epidemia. Sin embargo, si bien el crecimiento parece volver a su tasa anterior, la producción perdida durante el confinamiento nunca se recuperó. La propia experiencia de recesiones en el Reino Unido sugiere que no solo no se recupera la producción perdida, sino que las tasas de crecimiento posteriores se alargan durante varios años.

Es por esto por lo que la contracción del PIB en 2020 tendrá en el Reino Unido efectos persistentes. El deterioro del capital humano para los trabajadores desempleados, la pérdida de conexiones en el mercado laboral, los balances de empresas y hogares dañados y la debilidad de los vínculos comerciales y de inversión mundiales influirán en el crecimiento futuro.

Un periodo de confinamiento más largo

Todos estos efectos se magnificarán si el confinamiento se prolonga aún más. Esto se traduciría en una recuperación mucho más lenta. Si bien las medidas de política monetaria y fiscal pueden jugar un papel importante a la hora de limitar el daño, lo cierto es que un confinamiento más largo aumentaría los costes de producción en todos los sectores.

En los periodos más cortos de distanciamiento social, en cambio, podríamos estar hablando de una pérdida en el nivel del PIB del Reino Unido en torno al 3% y el 5%. Una caída que, dentro de lo razonable, tendría un impacto profundo y potencialmente duradero en el mercado laboral.

En definitiva, Reino Unido, al igual que el resto de países, se enfrenta a un porvenir un tanto incierto aún. Se esperan pérdidas importantes en la economía, pero aún a día de hoy es imposible predecir cuál será el futuro del país a corto plazo.