Una juez vehemente
Tribunales Perfil de la juez del caso Mercasevilla
La magistrada Mercedes Alaya destaca por su buena labor instructora, a pesar de las críticas sobre su forma de interrogar
El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española define vehemente como algo que "tiene una fuerza impetuosa". Y este mismo adjetivo es el que emplean muchos jueces cuando se les pregunta por su compañera Mercedes Alaya Rodríguez, titular del juzgado de Instrucción número 6 de Sevilla y que está envuelta en una polémica después de que los abogados defensores personados en el caso Mercasevilla hayan cuestionado su forma de interrogar a los imputados, que tildan de inquisitorial y que les ha llevado a solicitar que se graben en vídeo las declaraciones.
La magistrada ha rechazado esta petición de los abogados, a los que ha acusado en un auto de querer convertir el procedimiento en una "absoluta comparsa". Pero, ¿están justificadas las críticas de los letrados? Para los compañeros de Alaya, magistrados, fiscales y secretarios, la protesta de los abogados suena a estrategia procesal.
Quienes conocen a la juez dicen que es una profesional que puede parecer severa y vehemente, pero argumentan que un instructor debe poseer estas características. En cualquier caso, los jueces insisten en que esta magistrada siempre "respeta" los derechos fundamentales de las personas que declaran ante ella. Mercedes Alaya, de 46 años, ingresó en la carrera judicial en noviembre de 1988, fecha en la que se incorporó a un juzgado de Primera Instancia de Sevilla. Diez años después, en julio de 1998, fue destinada al juzgado de Instrucción número 6 para sustituir al magistrado Ángel Márquez -instructor del caso Juan Guerra-, que pasó a la Audiencia Provincial.
Algunos abogados sostienen que las preguntas que la juez Alaya formula durante una declaración rayan lo capcioso y otros dicen que es una instructora que hace que los letrados tengan que estar "muy alerta" en las declaraciones. Hay casos de abogados que han llegado a discutir con la juez y aunque reconocen su labor instructora es buena, creen que a veces va "más allá".
Entre los fiscales que trabajan con la juez Alaya, casi todo son halagos a su trabajo y dedicación. Varios representantes del Ministerio Público comentan que se trata de una juez con carácter pero para nada inquisitorial. Eso sí, advierten que en sus interrogatorios no se conforma con unas manifestaciones vagas del imputado -como puede suceder en otros juzgados- sino que su máximo interés consiste en indagar lo ocurrido y esclarecer por completo los hechos. "Alaya no se conforma con que el inculpado le diga que los hechos son inciertos", sostiene un fiscal.
Para valorar cómo de atadas llegan las causas que instruye Mercedes Alaya dicen que basta con preguntar a los jueces de lo Penal, que son los que reciben los sumarios que instruye. Buena instructora, una juez íntegra con amplios conocimientos técnicos, además de su tenacidad y discreción son otras de las características que destacan de Mercedes Alaya algunos fiscales consultados por este periódico. Por poner una pega, algunos sostienen que es una juez que le gusta hacer todo el trabajo ella misma, que no delega en los funcionarios para tomar declaraciones -como se hace en otros juzgados-, a pesar de que eso pueda llevarla a acumular algún que otro retraso en su juzgado.
Otros señalan que cuando celebra los juicios de faltas, suele dictar las sentencias in voce. Luego, entre juicio y juicio, va dando forma a la sentencia y, a continuación, hace que éstas se transcriban de inmediato para que el ciudadano pueda salir del juzgado ese mismo día con la resolución puesta. Esta forma de actuar que busca acelerar la atención al ciudadano puede ocasionar, paradójicamente, alguna incomodidad a los usuarios de la Justicia, que deben aguardar un tiempo hasta que se les entrega finalmente la resolución.
La juez Alaya investiga en la actualidad, además del caso Mercasevilla, una denuncia de la Fiscalía contra Manuel Ruiz de Lopera por delito societario. En el pasado instruyó el caso por la muerte de una joven que recibió un disparo de un guardia civil en Bellavista, cuando el coche en el que viajaba se saltó un control. Son sólo algunos de los miles de casos que ha tratado.
La juez Mercedes Alaya volverá hoy a su juzgado para continuar con su labor callada pero no exenta de polémica. Eso también va con el cargo y así lo asumen los jueces.
También te puede interesar
Contenido Patrocinado
Contenido ofrecido por el Ayuntamiento de Rota
Contenido ofrecido por Nervión Plaza
Contenido ofrecido por Restalia