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La lluvia destroza por segunda vez en un año la obra del cauce del Guadaíra

  • Los puentes de madera y los caminos que se dañaron en febrero han vuelto a anegarse

El temporal de lluvia de los últimos meses ha destrozado por segunda vez en un año los puentes de madera y los caminos recién pavimentados del cauce del Guadaíra, una de las zonas verdes de Sevilla recuperadas por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) en virtud del convenio firmado con el Ayuntamiento de Sevilla en 2004 para la recuperación de varios espacios fluviales.

A finales de febrero de este mismo año el efecto de las lluvias obligó a la Confederación a contratar de nuevo obras para recuperar este espacio dañado por el agua. Situado entre el Cortijo de Cuarto y la A-4 (variante de Bellavista), la regeneración de este cauce para el paseo ciudadano se adjudicó en verano de 2007 a la empresa Sando por 7,1 millones de euros, y poco tiempo después de su terminación tuvo que volver a intervenir porque el agua inundó la zona en niveles desconocidos y se llevó por delante las pasarelas de madera instaladas.

Debido a la cercanía con el barrio de Bellavista, los vecinos han sido los primeros en dar la voz de alarma, ahora y entonces, y lamentan que por segunda vez tenga que gastarse dinero público en recuperar un cauce que siempre que llueve se inunda.

Un técnico de la Confederación Hidrográfica restó importancia ayer a que la lluvia haya provocado daños por segunda vez en esta zona y recalcó que lo más probable es que, cuando baje el nivel del agua, los puentes de madera sólo requieran una limpieza posterior que se incluye dentro de las labores de mantenimiento de la zona.

Según este técnico, en febrero pasado los daños fueron importantes pero aún así no requirió demasiada inversión para recuperar lo dañado. Ahora el organismo estatal tiene que valorar aún los desperfectos que se han producido (el día 20 de diciembre se visitó la zona y no detectaron daños), pero esperan que sean de menor entidad porque las lluvias han sido menos intensas.

No obstante, según el técnico consultado, la Confederación no se plantea renunciar por segunda vez a recuperar la obra de este cauce aunque se anegue cada vez que llueve con intensidad porque "lo dañado no requiere mucha inversión al ser estructuras sencillas de madera, y porque el objetivo de los puentes de madera y demás elementos de la obra es que la gente pasee por aquí y pueda cruzar el cauce".

En febrero pasado, como denunció este periódico a raíz de un aviso vecinal, el agua arrasó la pasarela de madera que unía las dos orillas, levantó buena parte de los caminos y senderos urbanizados, y desdibujó la isla construida en el centro del cauce del Guadaíra.

Los puentes de hormigón y los árboles fueron los únicos que se salvaron. Cada año que llueve los daños son visibles para los conductores que circulan por la variante de Bellavista, donde un cartel informa de los 7,1 millones de euros que ha costado.

Quiterio Díaz, el vecino que ha denunciado los hechos, recalca que la reurbanización de este cauce "es un despilfarro y porque todo el mundo sabe en Bellavista lo que ocurre en la zona cuando llueve".

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