Muere el ex director del Palacio de Congresos de Sevilla, Felipe Luis Maestro

Felipe Luis Maestro, el ex director gerente del Palacio de Exposiciones y Congresos de Sevilla (FIBES) entre enero de 1997 y enero de 2012, ha fallecido en Sevilla.

Durante su mandato se inició el proyecto de la ampliación del Palacio de Exposiciones y Congresos con el mayor auditorio de Andalucía para 3.500 asistentes y con el diseño de un gran escenario, una obra concebida por el arquitecto sevillano Guillermo Vázquez Consuegra.

Maestro es técnico superior en dirección de Marketing y Administración de Empresas. Fue presidente de la Cámara Oficial de Comercio, Industria y navegación de Sevilla entre 1995 y 1998.

Es titulado en alta dirección de empresas por el Instituto de Estudios Superiores de la Empresa (IESE), Universidad de Navarra.

La salida de Maestro de Fibes fue un despido disciplinario por decisión del entonces alcalde Juan Ignacio Zoido (PP). Le sucedió como gerente de Fibes Gaspar Sáez, nombrado por el PP.

Ampliación de Fibes

El nuevo auditorio del edificio diseñado por Guillermo Vázquez Consuegra es el mayor de España. Esta capacidad permitió a la capital sevillana empezar a competir de verdad en el turismo de congresos a nivel nacional y salir de la novena posición a la que cayó en 2010 al situarse por detrás de Barcelona, Bilbao, Madrid (tres palacios), Granada, San Sebastián y Málaga.

El estreno del edificio tuvo lugar en septiembre de 2012 con la celebración del espectáculo de la Bienal de Flamenco dedicado al 20 aniversario de la muerte de Camarón de la Isla.

Al ocupar la Alcaldía, el PP cuantificó el coste total de la ampliación de Fibes en 120 millones de euros. La inversión final de 120 millones supuso el doble de lo que se presupuestó. Se calculaba que este edificio tendría un “impacto económico de 27 millones”, en palabras del entonces alcalde Juan Ignacio Zoido.

Con la ampliación Sevilla se iba a convertir en “la tercera ciudad a nivel nacional en atraer congresos”. En 2012 la capital ocupaba el puesto número 70.

Las obras comenzaron en el mandato de Alfredo Sánchez Monteseirín en enero de 2008, por lo que tardó en construirse casi cinco largos años. El origen de este retraso estuvo en el insuficiente presupuesto con que el gobierno local de entonces (PSOE-IU) adjudicó la obra. El edificio costaba 86 millones (sin IVA) pero se adjudicó a las constructoras por 65,4 millones, con una baja del 24,5% respecto a su coste real. Una vez ganado el concurso, las empresas exigieron modificados posteriores de obra y presionaron paralizando los trabajos si el Ayuntamiento se resistía a pagar.