Los nuevos recortes del gasto corriente se suman al plan de austeridad ya vigente

Las nuevas medidas de ahorro pactadas por el alcalde con los gerentes de las empresas municipales en la reunión del pasado jueves suponen un complemento al conocido como plan de austeridad para reequilibrar las cuentas municipales. Este plan de austeridad tiene como objetivo el ahorro en el conjunto de los tres próximos ejercicios de aproximadamente 200 millones de euros para alcanzar en 2012 un superávit de 8.366.188 de euros en general.

El plan contempla, entre otras medidas, una reducción del gasto corriente de aproximadamente el 35% en la Gerencia de Urbanismo y una revisión de los títulos de viaje de Tussam al objeto de que sus tarifas se equiparen en el año 2011 a las del Consorcio Metropolitano de Transportes (lo que podría suponer una subida de cerca del 10%), si bien se mantienen las aportaciones a los bonobuses joven, solidario y de la tercera edad.

El gobierno defiende la utilidad del plan de austeridad y la oposición ya ha afirmado que nace anticuado. El documento, elaborado por una consultora privada, garantiza, entre otras medidas, que las aportaciones para Lipasam aumentarán de los 86,7 millones de 2009 a los 104,8 previstos en 2012, mientras que con respecto a Tussam pasarán de 61 a 62 millones de euros en el mismo periodo.

El Ayuntamiento tuvo que encargar la redacción de este plan obligado por ley, pues la Corporación cerró en junio de 2009 el ejercicio de 2008 con un déficit de 87 millones. El PP considera que se ha quedado anticuado al no contemplar el tijeretazo, partir de previsiones de ingresos carentes de prudencia, no contemplar la prohibición a los ayuntamientos de pedir créditos a partir de 2011.