Sevilla

¿Cuál es el origen del dicho 'quién se fue de Sevilla perdió su silla'?

  • Está basado en un hecho real acontecido en el siglo XV

El arzobispo de Sevilla, monseñor Saiz, ante la silla que constituye la sede episcopal.

El arzobispo de Sevilla, monseñor Saiz, ante la silla que constituye la sede episcopal. / D. S.

Uno de los refranes o dichos más populares de la lengua española es "Quién fue a Sevilla, perdió su silla", aunque realmente e inicialmente era "Quién se fue de Sevilla, perdió su silla". Esta frase se sustenta en un hecho real acontecido en pleno siglo XV y que implica a dos arzobispos que eran familia. Así lo explica la Catedral de Sevilla en una de sus entradas publicadas en Instagram.

Hay que remontarse a mediados del siglo XV para encontrar el origen del dicho, cuando la espectacular Catedral gótica de Sevilla estaba en plena construcción. En 1453 moría el cardenal Cervantes, una destacada figura de la Iglesia sevillana que está enterrado en una de las más destacadas capilla del templo.

El nuevo arzobispo hispalense sería Alonso I de Fonseca, una persona de la total confianza del rey de Castilla Enrique IV, hermanastro de la futura reina Isabel I, conocida como La Católica.

En ese misma época se queda vacante la sede de Santiago de Compostela, y la persona elegida como arzobispo compostelano es el sobrino del prelado sevillano y de nombre también Alonso de Fonseca. Para distinguirlos se le llamaba Alonso II de Fonseca.

En aquel tiempo la situación en Galicia era tensa y de continuas disputas por lo que tío y sobrino acuerdan intercambiar por un tiempo las sedes hasta que la situación se normalizara.

Cuando habían pasado cinco años los problemas prácticamente ya habían desaparecido, por lo que Alonso I de Fonseca conminó a su sobrino a volver a intercambiar sus sillas. Muy bien debía estar en Sevilla Alonso II de Fonseca porque se niega a volver a Galicia. Sevilla era la ciudad más poblada y próspera de Castilla. 

Aferrado el sobrino a su silla, el propio Enrique IV y hasta el papa Pío II tuvieron que intervenir para que Fonseca I volviera a Sevilla y Fonseca II se fuera de regreso a Compostela. Ahí cuando se acuñó el dicho "quién se fue de Sevilla perdió su silla".

Estas y otras muchas curiosidades se pueden conocer siguiendo la cuenta de la Catedral en Instagram.

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