EMASESA amplía hasta el 15 de enero el proceso de participación ciudadana para su Plan de Emergencia Climática

EMASESA es muy consciente del enorme reto al que nos enfrentamos como sociedad en la próxima década; un desafío que se ha acelerado como consecuencia directa de la Covid-19. La salida a la crisis, derivada por la pandemia, únicamente puede realizarse a través de políticas públicas que apuesten firmemente por la sostenibilidad y el respeto al medio ambiente como pilares básicos de la recuperación.

Ante la crisis climática sin precedentes con la que tenemos que lidiar, la implicación de todos es decisiva si queremos revertir esta situación. Es, en ese marco, donde cobra sentido el proceso participativo del Plan de Emergencia Climática -que viene a dar respuesta a las diferentes entidades públicas y privadas y, por supuesto, a la ciudadanía-, ante las principales alertas identificadas por la comunidad científica que originan cambios y adversidades en el medio ambiente, la salud y la propia seguridad ciudadana.

Así pues, la puesta en marcha de este proceso participativo responde a la necesidad de tomar conciencia y constancia de la variedad de situaciones, visiones y problemáticas que afectan a los diferentes sectores sociales involucrados frente a la mencionada emergencia climática. La principal función de este proceso, por tanto, es comunicar, informar, compartir y hacer corresponsables a los participantes acerca de qué se debe hacer ante esta situación de emergencia, cómo se actúa según el marco legislativo establecido y en qué medidas pueden participar los diferentes actores clave.

Parte activa

En esa línea, Jaime Palop, consejero delegado de EMASESA, señala que la empresa metropolitana, en tanto que pública, "debe estar al servicio de los ciudadanos y recoger el testigo de acuerdos previos internacionales, ademas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)".

En consecuencia, EMASESA da voz a sus usuarios para que propongan, sugieran, decidan y tomen parte activa en las acciones con las que adaptarnos y/o mitigar los efectos del cambio climático en Sevilla y el área metropolitana.

En este momento se encuentra abierto el plazo de consulta ciudadana para la redacción del Plan de Emergencia Climática, otorgando así a la población la posibilidad de participar activamente en la definición de dicho Plan. Asimismo, con la idea de que la participación sea amplia, se ha prolongado el plazo de participación hasta el 15 de enero.

EMASESA recabará todas las aportaciones para analizarlas y decidir si se incluyen en el borrador del Plan que entreguen al Consejo de Administración de la entidad.

Trabajo constante

Durante los meses de septiembre a octubre de este año, EMASESA ha desarrollado una serie de mesas técnicas en las que han podido recabar información gracias a la participación de técnicos de numerosas entidades. Se han analizado los riesgos ante las amenazas ya identificadas por la compañía y, gracias a las proyecciones climáticas, han tratado cuestiones como las olas de calor, la escasez de precipitaciones, las temperaturas medias y las precipitaciones extremas.

También se han identificados los impactos potenciales a los que deberá enfrentarse en el futuro, como organización responsable del ciclo integral del agua en Sevilla y su área metropolitana.

Antecedentes y hoja de ruta

El pleno ordinario del Ayuntamiento de Sevilla aprobaba en julio de 2019 la declaración de estado de Emergencia Climática en la ciudad. Con ella, el municipio asumía la severidad de la crisis a la que nos enfrentamos y se convertía en la primera capital española en declarar tal estado de alerta.

Esta declaración inspiró un documento inicial elaborado por Emasesa, las 50 Medidas, que ahora se está priorizando y que es el embrión de este Plan de Emergencia Climática que se está desarrollando como un reto que responde a un interés social, con un enfoque basado en los derechos humanos y que promueve el fortalecimiento de la capacidad de adaptación de todas las personas, especialmente de las más vulnerables y de las generaciones futuras.

Va a contar, además, con unas medidas urgentes, contundentes y efectivas para acelerar la adaptación del área metropolitana ante los episodios climatológicos de los próximos años.

El Plan, insisten desde la empresa pública, ubica a las personas en el centro para que las respuestas que se desarrollen en aras a afrontar esta situación de emergencia acompañen a los colectivos más amenazados y vulnerables, garantizando el acceso universal al agua y sin dejar a nadie atrás. Y, por supuesto, que no hipotequen a las generaciones futuras.

¿Quieres participar?

Acceso abierto a la participación a través de participacion.emasesa.com