La Policía Nacional eleva a las autoridades las jornadas "abusivas" en Sevilla bajo "temperaturas extremas"

El sindicato Jupol, que representa mayoritariamente a los agentes de la Policía Nacional, ha presentado este miércoles varias denuncias oficiales ante los Servicios de Prevención de Riesgos Laborales de la Dirección General de la Policía y las autoridades sanitarias andaluzas. Las reclamaciones ponen de manifiesto la situación crítica que atraviesan los policías desplazados a Sevilla con motivo de la Cumbre de la ONU sobre financiación global que se celebra estos días en la capital hispalense.

Según detalla el comunicado emitido por la organización sindical, las condiciones en las que están trabajando los agentes resultan "inadmisibles" y proyectan una imagen "tercermundista" de la Policía Nacional durante este evento internacional. Jupol señala como principales responsables al Ministerio del Interior y a la Dirección General de la Policía, a quienes acusa de una absoluta falta de planificación y de improvisación institucional en la organización del dispositivo de seguridad para este importante encuentro multilateral.

La denuncia presentada ante la Comisión Nacional de Seguridad y Salud Laboral Policial documenta múltiples irregularidades que, según el sindicato, vulneran claramente tanto la Ley 2/2006 de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad como la Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales. Entre los factores de riesgo para la salud de los agentes destacan las jornadas laborales excesivamente prolongadas, que superan las 13 horas consecutivas sin descansos adecuados, así como la exposición a temperaturas extremas por encima de los 40ºC sin zonas de sombra ni relevos programados.

Condiciones laborales extremas bajo el calor andaluz

Las denuncias presentadas por Jupol detallan un catálogo de situaciones que comprometen seriamente la salud y el bienestar de los policías nacionales desplegados en Sevilla. Los agentes están siendo sometidos a jornadas laborales que pueden extenderse hasta 13 horas ininterrumpidas, con escasos periodos de descanso y bajo temperaturas que superan frecuentemente los 40 grados centígrados, características del verano andaluz.

El sindicato ha señalado que muchos policías permanecen durante horas bajo el sol sin relevos programados ni zonas de sombra habilitadas, lo que aumenta significativamente el riesgo de sufrir golpes de calor y deshidratación. La situación se agrava porque los uniformes policiales no están adaptados adecuadamente para las condiciones climáticas extremas propias de la región en esta época del año, añadiendo un factor adicional de estrés térmico.

Otro elemento preocupante denunciado por Jupol es que numerosos vehículos asignados al operativo carecen de aire acondicionado en funcionamiento, convirtiendo estos espacios en auténticos hornos móviles donde los agentes deben permanecer durante horas en el cumplimiento de sus funciones de vigilancia y seguridad.

Problemas de alimentación e hidratación

La denuncia presentada ante las autoridades sanitarias de la Consejería de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía pone el foco en las condiciones insalubres de la comida suministrada a los agentes. Según el sindicato, las raciones que reciben los policías son escasas, de mala calidad y se sirven a temperatura ambiente, sin respetar la cadena de frío necesaria para garantizar su seguridad alimentaria.

"Las raciones no cubrirían ni las necesidades alimentarias de un niño de cinco años", afirma contundentemente el sindicato en su comunicado, calificando la comida proporcionada como "bazofia" y estableciendo un duro contraste con el trato recibido por los mandatarios y representantes políticos asistentes a la Cumbre, quienes según Jupol disfrutan de "platos gourmet y banquetes de lujo" mientras los policías que garantizan su seguridad reciben un trato indigno.

El problema de la hidratación también ha sido señalado como crítico. Jupol denuncia que la Dirección General de la Policía no ha previsto un sistema adecuado de avituallamiento y dotación de agua para los agentes desplegados. Paradójicamente, han sido los propios hoteles donde se alojan los policías quienes, en muchas ocasiones, han donado agua para garantizar la hidratación de los efectivos, ante la falta de previsión institucional.

Deficiencias estructurales en las instalaciones policiales

El comunicado de Jupol también aprovecha para denunciar problemas de carácter más permanente en las instalaciones de la Jefatura Superior de Policía de Sevilla, que se han visto agravados durante el dispositivo especial para la Cumbre de la ONU. Entre estas deficiencias destacan ascensores que no superaban la inspección técnica y que fueron reparados precipitadamente, ausencia de climatización adecuada en dependencias esenciales y condiciones insalubres en algunas unidades específicas como la de guías caninos.

Según el sindicato, la situación en la unidad canina es tan preocupante que muchos agentes prefieren dejar a sus perros en residencias privadas para no exponerlos a las precarias instalaciones oficiales. Similar situación afecta a la Unidad de Caballería, donde los equinos están expuestos a un elevado riesgo de sufrir golpes de calor debido a las altas temperaturas y la falta de instalaciones adecuadas.

Otra carencia significativa señalada por Jupol es la improvisación en aspectos críticos de seguridad, como la ausencia de una zona fría para armas, lo que ha obligado a desmontar la existente en Jerez para trasladarla a Sevilla, con el consiguiente riesgo operativo que eso conlleva.

Medidas correctoras solicitadas

Ante esta situación, el sindicato Jupol ha solicitado formalmente la apertura urgente de un expediente de investigación y la implementación inmediata de diversas medidas correctoras. Entre ellas, destacan el establecimiento de límites máximos a la duración de las jornadas laborales, la instalación de zonas de sombra adecuadas, la garantía de suministro continuo de agua potable, la organización de relevos periódicos y una revisión nutricional completa de las comidas proporcionadas.

Además, Jupol exige la actualización de las dietas para los agentes desplazados, que según afirman llevan 20 años sin revisarse, así como la depuración de responsabilidades políticas ante lo que consideran un escándalo en la gestión del dispositivo de seguridad para un evento internacional de esta magnitud.

El sindicato concluye que resulta paradójico que en una cumbre dedicada a abordar la financiación global desde Naciones Unidas, los policías nacionales españoles no tengan garantizadas ni siquiera las condiciones más básicas para desempeñar su trabajo con dignidad y seguridad, proyectando una imagen "lamentable" de España ante el mundo.