El secreto para llegar a los 100 años

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Soledad Domínguez, vecina de Los Remedios, es una de las más de 500 personas centenarias de la provincia

Soledad Domínguez observa un retrato de ella de joven.
Soledad Domínguez observa un retrato de ella de joven. / Juan Carlos Vázquez
Cristina Díaz

31 de agosto 2018 - 19:40

Para Soledad Domínguez Calahuche, el secreto de la longevidad está en ser buena persona, no meterse con nadie y rezar el rosario todos los días. Eso hace ella, según asegura sentada en un sillón en el salón de su casa, situada en el barrio de Los Remedios, una estancia repleta de recuerdos y fotos en blanco y negro. Dos de sus hijas le ayudan a colocarse los pendientes "para que esté guapa para la entrevista y el fotógrafo".

El pasado 28 de agosto, esta mujer natural de Écija cumplió 100 años. Ella es una de las más de 500 personas centenarias que viven en la provincia de Sevilla, según datos del Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía. En 20 años, la población centenaria se ha incrementado más de un 500%, ya que en 1998 sólo había empadronadas en la provincia 81 personas con más de 100 años.

Soledad Domínguez, vecina de Los Remedios
Soledad Domínguez, vecina de Los Remedios / Juan Carlos Vázquez

Soledad Domínguez recuerda que, de joven, fue una mujer bastante moderna para su época. "Yo tenía una carnicería en Écija. Trabajaba fuera de casa y a mi marido eso no le gustaba mucho, pero es lo que había. Yo ganaba más que él y eso no le hacía tampoco mucha gracia, pero no podía hacer nada porque yo era la que llevaba dinero a casa".

Madre de cuatro hijos, Soledad se casó a los 25 años con Francisco Mesa , "un escribiente". "Nos conocimos en la velá de la Virgen del Rosario. Él silbaba muy bien, y cuando se acercaba a mi casa a pelar la pava, mi padre siempre decía, 'ahí está la caja de música' Me habló durante ocho años y si llovía, pelaba la pava en la puerta de casa, y, si no, a través de las rejas de la ventana. Un día, que habíamos limpiado la reja con aceite y vinagre, se pegó tanto a la ventana que se fue con la reja pintada en la cara", relata la mujer. “Nos casamos el año del hambre, en 1944, pero mi madre, que también tenía una carnicería, consiguió matar a un becerro y vino a la boda todo el pueblo".

En Écija tuvo a sus cuatro hijos, María del Carmen, Inmaculada, Mari Sol y Francisco, y cuando éstos tuvieron entre 19 y 13 años, todos se mudaron a Sevilla, donde su marido encontró un empleo en un banco.

“Yo tenía una carnicería y ganaba más dinero que mi marido, y eso no le hacía mucha gracia a él”

Esta centenaria reconoce que come de todo, incluso dulces. "Mi cuñado me decía que cuando me perdía, siempre me encontraban en una confitería. Soy muy golosa". Hasta hace poco tiempo, Soledad era miembro de un grupo de teatro e, incluso, se movía "en una motillo", pero ya sus piernas empiezan a fallarle y le duelen, éste es el único achaque que sufre. Su hija Mari Sol asegura que está al día de la actualidad política y de lo que ocurre en el país. "Sabe más de política que yo. Pone verdes a todos, comenta la mujer al mismo tiempo que su madre le replica: "Es que son todos unos embusteros".

Soledad Domínguez, que tiene siete nietos y seis bisnietos (el mayor de ellos con 20 años), ha superado con creces la esperanza de vida de España, que se sitúa actualmente en 85,7 años en el caso de las mujeres y 80,3 para los hombres. Se trata de una de las tasas más altas de la Unión Europea, que incluso supera la de países como Reino Unido, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Una alimentación cardiosaludable, más extendida en los países mediterráneos que en los del norte de Europa, es uno de las causas.

Soledad Domínguez, que acaba de cumplir 100 años, en el salón de su casa
Soledad Domínguez, que acaba de cumplir 100 años, en el salón de su casa / Juan Carlos Vázquez

La amplia brecha de género a favor de la mujer se mantuvo estable en España hasta mediados de los 90, como consecuencias de una mortalidad más elevada debido a factores biológicos, estilos de vida y conductas de riesgo. Pero esta diferencia se ha ido reduciendo en las dos últimas décadas con la adquisición, por parte de las mujeres, de malos hábitos relacionados con el estilo de vida, como el tabaco, el alcohol o el estrés. En 1994, la diferencia de la esperanza de vida entre hombres y mujeres era de 7,1 años, hoy es de 5,4 años.

El INE pronostica que la esperanza de vida al nacer alcanzará los 84 años en los hombres y los 88,7 en las mujeres en el año 2029, mientras que en el 2063, ésta será de 91 años en el caso de ellos y de 94,3 para ellas.

En la provincia, en 2017 (último dato disponible), había 12.457 personas con más de 90 años, de las cuales 515 tenían cien o más años, según el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía. Sevilla es la segunda provincia andaluza con más población centenaria, sólo la supera Málaga (593). Almería, por el contrario, es la que menos (151).

La Peña Antorcha, en Marqués de Nervión, tiene previsto homenajear a Soledad Domínguez, antiguo miembro de su coro, el próximo 7 de septiembre a las siete de la tarde por su 100 cumpleaños. "Y para el año que viene, otra fiesta. No estoy harta de cumplir años. Quiero vivir muchos más", concluye esta centenaria.

Los vecinos del Casco Antiguo, los más longevos

En Sevilla capital hay empadronadas 6.049 personas mayores de 90 años, 1.494 son hombres y 4.555 mujeres, según datos facilitados por el Ayuntamiento correspondientes al año 2017.

El Casco Antiguo es el distrito más longevo, seguido de Macarena. En el primero viven 770 ciudadanos nonagenarios (162 hombres y 608 mujeres), mientras que en el distrito Macarena hay empadronados 761 (190 hombres y 571 mujeres).

En el lado opuesto de la lista están el distrito Este, Bellavista-La Palmera y Los Remedios.En el primero de ellos hay registrados 330 vecinos con 90 o más años, mientras que en el segundo, hay 334, y en Los Remedios, 388.

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