El juicio de la violación de la 'manada' será en noviembre

La víctima no podrá declarar por videoconferencia y comparecerá en la Audiencia de Navarra.

Los cinco sevillanos acusados de la violación en los Sanfermines seguirán en prisión
Los cinco sevillanos acusados de la violación en los Sanfermines seguirán en prisión
Jorge Muñoz

Sevilla, 15 de septiembre 2017 - 10:25

El juicio contra los cinco sevillanos acusados por la supuesta violación de una joven madrileña de 18 años durante la madrugada del 7 de julio de 2016 coincidiendo con los Sanfermines arrancará el próximo 13 de noviembre y a la vista tendrá que comparecer la víctima, que no podrá declarar por videoconferencia, como habían pedido la Fiscalía, la acusación particular que ejerce la propia joven y las acciones populares -Gobierno de Navarra y Ayuntamiento de Pamplona-.

La Sección Segunda de la Audiencia de Navarra ha rechazado que la declaración de la denunciante se practique mediante la utilización de medios técnicos que hagan innecesaria su presencia en la sala de vistas, una petición a la que se oponían los inculpados, según informó ayer el Tribunal Superior de Justicia de Navarra. A este respecto, la Audiencia Navarra, ponderando los intereses en conflicto, estima prevalente su declaración "presencial" porque, según argumenta, la finalidad de protección latente en la medida que se solicita por las acusaciones puede ser alcanzada con el establecimiento de otras medidas menos gravosas.

De este modo, para evitar el contacto visual entre la denunciante y los procesados durante su declaración, el tribunal ha acordado que estos sigan el desarrollo del interrogatorio "desde otra sala y mediante videoconferencia, garantizando la adecuada comunicación con sus letrados siempre que fuera necesaria". En el auto, los tres magistrados han rechazado incorporar como prueba todo el material que guarde relación con el contenido extraído de los móviles de los procesados, salvo los archivos y contenidos generados en esos teléfonos el mismo 7 de julio de 2016 hasta el momento en que esos terminales fueron incautados por la policía con motivo de sus detenciones.

"En consecuencia, no se admite prueba alguna que guarde relación con el contenido que se rechaza o con las diligencias derivadas y/o practicadas en relación con el material excluido", recalca el tribunal, que añade que el material probatorio excluido no guarda relación con los hechos que son objeto de enjuiciamiento, por lo que carece en consecuencia de pertinencia.

Los cinco sevillanos se enfrentan a 22 años y 10 meses de cárcel por la violación múltiple

La Fiscalía de Navarra reclama una condena de 22 años y 10 meses de cárcel para los cinco acusados y una indemnización para la joven de 100.000 euros por el daño moral ocasionado. En concreto, el Ministerio Público les atribuye un delito continuado de agresión sexual, por el que solicita una condena de 18 años de prisión, así como otros dos años y 10 meses de cárcel y multa de 5.409 euros, por un delito contra la intimidad; y otros dos años de prisión por un delito de robo con intimidación.

Los sevillanos A. M. G. E., J. E. D., J. A. P. M., A. J. C. E., y A. B. F., deberán indemnizar además al Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea con 1.531,37 euros, cifra en la que se ha calculado el coste de la asistencia sanitaria y tratamiento farmacológico facilitado a la víctima. En su escrito de conclusiones provisionales, el Ministerio Fiscal relata que los hechos ocurrieron sobre las 02:50 del 7 de julio de 2016, cuando los cinco jóvenes se encontraban en la Plaza del Castillo de Pamplona, donde se celebraba un concierto con motivo de las fiestas de San Fermín, y entablaron conversación con la víctima, de 18 años y natural de Madrid, quien había llegado a Pamplona con un amigo para disfrutar de las fiestas, aunque en ese momento se encontraba sola. Los cinco acusados han defendido durante la instrucción de este caso su inocencia, asegurando en sus declaraciones que las relaciones fueron consentidas.

Los acusados negaron los cargos y alguno se mostró insolente en su declaración

Los cinco acusados han defendido durante la instrucción de este caso su inocencia, asegurando en sus declaraciones que las relaciones fueron consentidas. Lo que sorprende de la declaración de uno de los procesados, J. A. P. M., El Prenda, es el desparpajo insolente con el que este joven se defiende ante el juez de las graves acusaciones que pesan contra él. Durante el interrogatorio, el Prenda no sólo niega los cinco delitos de agresión sexual, sino que atribuye a la víctima la supuesta iniciativa a la hora de mantener las relaciones sexuales. Dice este procesado que la víctima, una joven de 18 años, se interesó por el grupo al conocer que eran sevillanos. "Me encanta cómo sois, yo nunca he estado con un sevillano", asegura el acusado que fueron las palabras de la chica, a las que respondió de la siguiente forma: "La verdad es que no estás con un sevillano normal, yo soy cinturón negro comiendo coños" (sic). Según el Prenda, la joven se rio y le dijo que las cosas habría que demostrarlas, momento en que el acusado afirma que le manifestó que no eran dos sino cinco, y la chica habría añadido, siempre según la versión exculpatoria del Prenda, lo siguiente: "Eso a mí me da igual, yo puedo con dos, puedo con cinco, puedo con lo que haga falta".

Y entonces anduvieron con la joven para buscar un sitio donde mantener las relaciones sexuales. Pero la declaración de este acusado no sólo queda ahí. El Prenda insiste en la actitud de la joven. "Cada uno nos poníamos delante y ella agarraba al que quería en ese momento", añadió el acusado, que también afirmó que la víctima había colaborado en la búsqueda del lugar para mantener el contacto sexual. "Ella estaba tan metida en buscar sitio como nosotros".

El Prenda negó igualmente ante el juez que la obligaran a entrar por la fuerza en el portal del bloque donde se consumaron las presuntas agresiones sexuales. "Entró por su propio pie. En silencio estábamos todos por los vecinos y ella era la primera que estaba mandando callar", sostuvo.

El acusado insistió en que no hubo rechazo ni oposición al encuentro sexual. "En ningún momento ella dijo no, en ningún momento se negó, en ningún momento se sintió incómoda".

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