Denuncia pública

"Me dijeron que quedaría mejor y siento que se han lavado las manos conmigo"

  • Una joven que fue intervenida de una complicada lesión neurovascular en el Virgen del Rocío hace un año denuncia seguir con "graves secuelas" en un brazo y exige soluciones tras ocho meses de rehabilitación en el Macarena

Erica Domenech después de una sesión de fisioterapia privada en su pueblo.

Erica Domenech después de una sesión de fisioterapia privada en su pueblo. / M. G.

"Lo que más siento es que tengo un niño pequeño y desde que tiene siete meses, que es cuando entré en quirófano, ya no he vuelto a poder cogerlo en brazos o vestirlo, ni hacer nada de lo que hacen las madre con sus hijos". Es el relato con el que Erica Domenech, de 33 años, denuncia sentirse "incapacitada" para hacer tareas básicas en casa o con su hijo, prácticamente desde que nació, tras haber sido intervenida quirúrgicamente el verano pasado de una malformación arteriovenosa cerebral congénita que le fue diagnosticada en 2010 y que le provocaba fuertes dolores de cabeza e incluso convulsiones y sangrados periódicos cerebrales, que empeoraron durante el embarazo.

Un año después, la paciente denuncia sentirse "abandonada" tanto por el equipo médico que la intervino en el Hospital Virgen del Rocío, que es referente en cirugía por patología neurovascular, como por el servicio de Rehabilitación del Hospital Virgen Macarena, que es el centro al que fue trasladada su recuperación y al que está adscrita por localización geográfica ya que la joven reside en el municipio de Villanueva del Río y Minas. "Siento que se han lavado las manos conmigo", sostiene.

La joven relata que es "totalmente consciente de que la intervención fue muy complicada y que era una cuestión de vida o muerte", pero considera que se le dieron unas expectativas, que no se están cumpliendo. "A mí se me dijo que quedaría igual o mejor que antes, pero no se me habló claro porque yo antes lo que tenía era menos fuerza en la mano y pierna izquierda, pero es que ahora no puedo ni asearme ni vestirme sola", afirma.

La intervención a la que fue sometida Erica fue realizada por la sección de Neurocirugía Vascular del Virgen del Rocío y consistió en eliminar la malformación que presentaba mediante una complicada técnica quirúrgica para lo que fue necesaria la colaboración de especialistas de cuatro unidades del hospital dada su complejidad. Tras la cirugía y, después de una primera etapa de rehabilitación, la joven llegó a recuperar el 75% de la movilidad de su brazo y la pierna izquierda, tal y como aseguran las fuentes del hospital consultadas.

A partir de aquí, aunque el seguimiento periódico de la joven se sigue realizando por el equipo médico que la intervino en el Virgen del Rocío, la rehabilitación para su posterior recuperación fue trasladado al Macarena, que es el hospital de referencia de la paciente. Un año después de la operación, y tras ocho meses de sesiones de fisioterapia, Erica considera que su situación no ha cambiado demasiado y, aunque sí ha recuperado la movilidad total en la pierna, denuncia que con el brazo no se han cumplido las expectativas que le prometieron y que tiene que vivir con su madre porque ella no puede valerse sola con su hijo.

"Prácticamente no han trabajado nada conmigo el brazo pese a que me he quejado muchas veces y pedido que me lo miraran porque no puedo ni coger a mi hijo, pero lo único que me hacían era ponerme corrientes y yo sigo igual", manifiesta la joven, que, en vías de encontrar una solución pidió en el Virgen del Rocío el traslado de su rehabilitación, que, asegura, no pudo ser finalmente posible. "Me llegaron a decir que este brazo estaba perdido y eso no es lo que se me dijo antes de operarme", insiste Erica, que asegura haber tenido que acudir a sesiones de fisioterapia privadas.

Las fuentes del Hospital virgen Macarena consultadas destacan, por su parte, que la paciente sigue en terapia rehabilitadora con el centro en la que se le sigue tratando la "espasticidad o rigidez que tiene en un brazo", por lo que aseguran que se seguirá trabajando con ella, "probablemente en periodos más amplios de tiempo al haber concluido una primera etapa rehabilitadora". No obstante, la joven insiste en que ya se le ha comunicado que, aunque seguirá siendo revisada por la rehabilitadora, no volverá "ni al gimnasio ni a terapia ocupacional" y que le han indicado una tabla de ejercicios para hacer en casa.

Por su parte, desde el Virgen del Rocío lamentan la situación en la que se encuentra la paciente e insisten en la complejidad de la intervención a la que fue sometida. Igualmente, el cirujano que la intervino, y del que dependen sus revisiones médicas, asegura tener "las puertas abiertas" para la paciente, pero "no poder hacer más por no ser su centro de referencia".

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