Los vecinos de la barriada Martínez Montañés de Sevilla, conocida popularmente como Las Vegas, han denunciado que la mayoría de las viviendas de la zona están sin luz después de una operación policial desarrollada esta semana. En esta intervención se desmantelaron varias plantaciones de marihuana y, según los vecinos, se cortaron las instalaciones ilegales que los cultivadores habían practicado para defraudar el fluido eléctrico. Esto habría provocado un apagón en todo el barrio. 

Así lo denuncia el secretario y portavoz de la asociación de vecinos Martínez Montañés, Rafael Pertegal Santiago, que expone que han quedado más de 40 familias sin luz eléctrica como consecuencia de la citada operación. El representante vecinal agradece a la Policía que luche contra los cultivos ilegales y destaca "las excelentes actuaciones" que se han desarrollado recientemente en esta zona del Polígono Sur. 

"Los vecinos estamos de acuerdo con las intervenciones que se hagan persiguiendo el delito", destaca Pertegal, que ha enviado una carta informando de lo ocurrido al subdelegado del Gobierno en Sevilla, Carlos Toscano. En la misiva, el representante de los vecinos relata que la operación en cuestión se produjo el pasado 9 de noviembre, entre las diez de la mañana y las doce del mediodía, en la calle El Nombre de la Rosa. En este operativo, "aparte de intervenir, dejaron a más de 40 familias sin luz de forma injustificada, cortando y llevándose la propia Policía los cables de la luz de los demás vecinos, sin preguntarse o sin pensar qué consecuencias puede tener esto".

Pertegal recuerda que la mayoría de estas familias "utilizan termos eléctricos", que en ellas "hay menores que necesitan un aseo para acudir al colegio o al instituto" o "mayores que tienen pérdida de visión u otras enfermedades y a las que la falta de luz supone el doble de obstáculo" para moverse. "¿Qué va a pasar con estas familias ahora que tenemos el frío? ¿Y los niños y las personas mayores?".

El dirigente vecinal pide al subdelegado del Gobierno que se vuelva a la normalidad lo antes posible, "aunque sea con una luz provisional" y se trabaje entre todas las administraciones para solucionar los problemas del barrio. Pertegal también apunta al exceso de fuerza utilizado por un policía con un niño de diez años durante la operación y se lamenta de que en los últimos años esta institución se haya distanciado mucho de los vecinos.