El via crucis de Luis Herrera

Un enfermo denuncia irregularidades en el SAS y en la Seguridad Social.

Herrera entrega folletos delante del Hospital Virgen Macarena.
Herrera entrega folletos delante del Hospital Virgen Macarena.
Cristina Díaz

01 de julio 2014 - 05:03

"El Tribunal de la Santa Inquisición". A voz en grito y con una cruz de madera al hombro, Luis Herrera calificaba con estas palabras este lunes al equipo de valoración de incapacidades en la puerta del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), en Sánchez Perrier. El mismo equipo que le ha retirado el grado de incapacidad absoluta que se le concedió en abril de 2013, reduciendo su paga del 100% al 55%. "Dictan una resolución sabiendo que es injusta. Eso es prevaricación". Una situación que denunció este lunes públicamente con la escenificación de un via crucis que inició en el Hospital Virgen Macarena y finalizó en el Colegio de Médicos.

Este vecino de San José de la Rinconada fue operadode un cáncer de recto en 2011 y en 2012 sufrió un infarto severo de miocardio que le provocó una necrosis irreversible en una zona del corazón, que ha limitado la capacidad del órgano al 40%. Con este informe médico, Luis Herrera recibió en abril de 2013 la incapacidad permanente absoluta. Pero, el pasado febrero, el equipo de valoración del INSS le quitó este grado y se lo redujo a la categoría de total. El informe indica que el paciente "ha experimentado una mejoría" y que "puede realizar alguna actividad en el mercado laboral", a pesar de que en el último año su historial médico ha crecido con una hernia discal severa (como consecuencia de la radioterapia) y está en tratamiento psicológico tras sufrir un ataque de ansiedad.

"Están robando a los enfermos", gritaba el hombre de 53 años a las puertas del Hospital Virgen Macarena y vestido con un pijama roto con manchas rojas y mensajes de protesta. Había quien le miraba con curiosidad, pero muchos viandantes se alejaban de él pensando que se trataba de un hombre con problemas mentales o un mendigo, sin querer escuchar sus quejas.

Herrera no cesó en toda la mañana de repartir folletos con sus reivindicaciones, a pesar de que el pulsómetro que llevaba en su muñeca llegó a marcar 130 pulsaciones por minutos y de que los vigilantes de seguridad de cada edificio público al que acudía intentaban persuadirle de su propósito. "Esto no lo hago por mí, sino por la sociedad, para que no se comentan más injusticias", apuntaba Herrera. "Las estadísticas dicen que mi esperanza de vida es de cinco años, y ya llevo tres desde que me operé del cáncer".

El viernes 27 de junio, Luis Herrera presentó una querella contra el equipo de valoración de incapacidades del INSS que le ha retirado el grado de incapacidad absoluta. Asimismo, a finales de 2013, Herrera interpuso una denuncia penal a los cuatro equipos médicos que le atendieron la madrugada del 23 de marzo por las severas secuelas que sufre al no recibir a tiempo una asistencia adecuada, pues permaneció durante nueve horas en Urgencias del Hospital Virgen Macarena sin recibir el tratamiento necesario para el infarto de miocardio que estaba sufriendo.

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