Las palabras del papa Francisco durante el III Retiro Mundial de Sacerdotes, en las que se mostró decidido a llegar a un acuerdo para unificar la fecha de la Pascua de Resurrección entre las distintas comunidades cristianas, no han pasado desapercibidas en una ciudad como Sevilla, en la que la Semana Santa tiene un peso muy importante no sólo desde el punto de vista religioso, sino también para el turismo y la economía. El carácter ecumenista de Francisco lleva a pensar que estas declaraciones, que no pasan de ser informales, puedan ser una realidad en un futuro.

El canónigo prefecto de Liturgia de la Catedral, Luis Rueda, explicó a este periódico que la Iglesia lleva mucho tiempo hablando de esta posibilidad: "Desde hace siglos se debate entre las confesiones ortodoxas y entre los católicos. Que haya diferentes fechas crea problemas en aquellas zonas donde existen varias iglesias cristianas, como el norte de África, Asia y Oriente Medio. Cada uno celebra la Pascua de Resurrección un día distinto en el mismo territorio". El propio Papa fue muy gráfico durante el retiro con los sacerdotes al referirse al caso finlandés en el que los cristianos ortodoxos fueron autorizados a celebrar la Pascua el mismo día que los luteranos: "Para evitar el escándalo de '¿Cuándo resucita tu Cristo? Mi Cristo resucita hoy, el tuyo la semana que viene'. Un escándalo".

Luis Rueda explica cómo en el Concilio Vaticano II ya se incluyó una declaración que decía que a los católicos no les importaría unificar la Pascua: "Los patriarcas ortodoxos también lo han dicho, como lo dijo Pablo VI. Es un problema que todos quieren solucionar pero todavía no se ha llegado a ningún acuerdo. En las reuniones de los ortodoxos se viene hablando de ello desde principios del siglo pasado". En el caso de que los máximos representantes de las iglesias llegaran a un acuerdo para la unificación de la fecha de la Pascua, el procedimiento sería el siguiente, según aclara Luis Rueda: "Una vez que se pongan de acuerdo el Papa tendría que cambiar el calendario mediante una carta apostólica, que es el documento de mayor rango que puede emitir un Pontífice".

Este periódico consultó ayer a diversas voces autorizadas sobre cómo afectaría esta hipotética modificación a la Semana Santa, que siempre fuera en una fecha fija. El delegado diocesano de Hermandades, Marcelino Manzano, destacó sobre todo el esfuerzo ecuménico del Papa: "Es un gesto muy importante y para nada sería traumático. Si se cambia la fecha por el esfuerzo ecuménico del Papa para acercarnos a los cristianos ortodoxos y que lo celebremos en la misma fecha, bienvenido sea".

Por su parte, el presidente del Consejo de Cofradías, Carlos Bourrellier, aseguró que les beneficiaría desde el punto de vista de la organización: "El que tiene que decidir es el Santo Padre y nosotros como fieles acataremos lo que nos digan. Tener una fecha fija nos beneficia más que nos perjudica, sobre todo desde el punto de vista organizativo, a la hora de la renovación de las sillas, etcétera. Lo podríamos coordinar todo mejor". Bourrellier incidió en que desde el punto de vista turístico y económico también podría ser positivo.

Desde la Asociación de Hoteles de Sevilla y Provincia, su gerente, Santiago Padilla, sostuvo que todo tiene sus pros y sus contras: "Si se confirmara esta propuesta en el futuro lo fundamental sería que se fijara también una fecha para la Feria de Abril. El tener una seguridad en las fechas puede facilitar nuestro trabajo". El hecho de que las dos fiestas principales se celebren en abril no tendría que suponer un problema para los intereses turísticos: "Muchas veces sucede y no tiene por qué afectar. Cuando la Semana Santa es antes sí es cierto que la temporada también se adelanta. Todo tiene sus pros y contras".

El alcalde, Juan Espadas, fue cuestionado ayer sobre la posible modificación de las fechas litúrgicas. Espadas indicó que estará "atento" y "analizará" la propuesta del Papa de unificar el calendario. Sobre cómo podría afectar a la fecha de la Feria de Abril, y su inicio también en una fecha fija, el primer edil aseguró que Francisco podría echar una mano: "Vamos a arreglar un problema histórico por una decisión del Papa. Ya decía yo que este Papa iba a solucionar muchas cosas". Espada bromeó para finalizar: "Lo que diga el Papa va a misa".