Desde mi córner
  • El Sevilla se batió con orgullo y mucho orden ante un Atleti que vio cómo el VAR lo salvaba

Adiós a la Copa y a mirar de frente a LaLiga

CON la mediación trascendente del VAR será el Atlético de Madrid quien esté hoy en el bombo para semifinales de Copa. Y eso que los colchoneros afrontaron el tramo postrero colgados del larguero y pidiendo a gritos el final. Fue una semifinal muy cerrada, tremendamente fiel a las respectivas pizarras y, por ende, con poquísimas ocasiones de gol, siendo del Sevilla las más claras si exceptuamos el penalti que desperdició Griezmann.

Fue un partido para hombres y muy iniciados, nada atractivo para el espectador y en el que los porteros fueron simples figuras decorativas. Y hay que hacer hincapié en algo referente a la pizarra y es que si Quique erró lamentablemente el domingo en Montilivi, en esta ocasión se las compuso para atar férreamente a la tropa del Cholo. Con defensa de cinco y Navas en su sitio sin tener que perseguir sombras y cerrándole los caminos a Lino, el Sevilla era impermeable.

Todo pudo cambiar si Griezmann convierte en gol a mediados del primer tiempo desde los once metros, pero tan infalible especialista se cayó en lo más llano y el balón aún no ha aparecido. Fue la única ocasión de la primera parte con un Sevilla muy ordenado pero adoleciendo de verticalidad. Y tras el descanso, todo se desordenó y para eso tuvo mucho que ver la ensalada de cambios, siendo dos de los relevos locales los que decidirían la partida.

Ese diablo del área que es Correa asistió a Memphis cuando al partido le quedaba un cuarto de hora. Antes había dilapidado Marcao un remate franco y luego no acertaría Sergio prácticamente en las barbas de Oblak. Y al final, el VAR anula un penalti de Barrios a Lamela y lo que pudo meterse en prórroga se acabó ahí. Hoy no estará el Sevilla en el bombo, pero puede estar orgullosa su gente por un comportamiento del equipo que permite mirar a LaLiga con esperanza.

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