No iguales porque ninguno de los dos se criaron como Carlos Fernández en la cantera sevillista, pero sí mantienen vínculos con ella Carlos Neva y Yan Eteki, jugadores del Granada que se medirán al Sevilla este sábado y que tendrán sentimientos un tanto especiales provocados por los años pasados en la carretera de Utrera.

El lateral de El Puerto de Santa María (su padre jugó en el Ciencias de rugby tras destacar en el Atlético portuense) llegó en juveniles tras pasar por el Real Madrid y en el Sevilla C le cortaron las alas, ya que tras agarrarse a un puesto libre en el lateral izquierdo (llegó como delantero y extremo) en el juvenil de Agustín López, pasó otro año en el Sevilla C de Chesco, tras lo que los técnicos del Sevilla decidieron darle la baja. Fue entonces cuando tuvo que buscarse la vida, primero en el Marbella, en Segunda División B, firmando pronto en el Granada B de Pedro Morilla, técnico sevillano ahora director deportivo del Wuhan Zall. Y en el equipo nazarí promocionó de la mano de Diego Martínez, que le dio la oportunidad en el primer equipo, tras lo que se ha asentado en la élite.

Mientras, Yan Brice Eteki llegó en edad cadete al Sevilla tras pasarlo muy mal en Madrid, donde jugó en el Leganés. Se pasó un año en el club nervionense sin poder competir, ya que no tenía todos los documentos en regla y la Federación Andaluza es mucho más estricta en temas de licencias FIFA que la Madrileña. A la temporada siguiente sí pudo debutar y rápidamente pasó del cadete al juvenil A con Agustín López.  

Yan ya por entonces internacional sub 20 con Marruecos, tuvo más recorrido al ser promocionado al Sevilla Atlético. De ahí fue cedido al Almería, club que lo compró, pero el Sevilla ejerció una opción de recompra para venderlo al Granada. Precisamente se incorporó ayer a los entrenamientos del Granada tras jugar con la selección absoluta de Camerún.