El entrenador del Elche, Pablo Machín, admitió que regresar a Sevilla, equipo al que entrenó en la Liga 18-19 hasta su destitución, siempre es especial y dijo guardar "muchísimo cariño" a la entidad que le dio la oportunidad de jugar en Europa ante grandes rivales. "Llegamos a ir líderes en la jornada 13", recordó Machín, quien deseó toda la suerte al Sevilla a partir de su partido contra el Elche. "Es un magnífico club, con mucha historia y una gran afición".

Además afirmó que a su equipo no le debe pesar la ansiedad por conseguir su primer triunfo en la Liga en el partido que disputará este sábado en el campo del Sevilla. "Hay que afrontar el partido con serenidad y dominar las áreas", comentó el preparador, quien se mostró convencido de que el Sevilla puede acusar el desgaste de la Copa.

Sin embargo, recordó que la plantilla sevillista está formada por jugadores que están acostumbrados a competir cada tres días. Y dijo ser consciente de que el Elche visita un campo "difícil" y a un rival que está haciendo "las cosas muy bien en los últimos partidos más allá del resultado".

"Tienen capacidad y calidad y les está faltando un poco de acierto que esperemos no tengan en este enfrentamiento", comentó el soriano. "Tiene envergadura y potencial aéreo. Hay que estar súper concentrados y ganar los duelos", explicó Machín, quien insistió en que la efectividad en las dos áreas "lo marcará todo" y avisó de que el Sevilla "somete a los rivales con muchos centros al área".

El entrenador del Elche reiteró que el juego de su equipo, pese a no ganar, ha registrado "brotes verdes" y que se ha hecho merecedor a algún triunfo, pero admitió que la falta de gol y la fragilidad defensiva "penaliza mucho y es una losa muy grande" para su equipo.

"El equipo está bien y le está poniendo ganas. Vamos creciendo y puntuando y ojalá podamos seguir en este rumbo", comentó Machín, quien aclaró que la presión "va con uno mismo". "Queremos sacar el máximo rendimiento por nosotros mismos y porque peleamos por mucha gente", sentenció