El Sevilla Atlético no ha podido romper del todo su mala racha, que lo tiene anclado como colista del Grupo II de la dura Primera RFEF, pero al menos ha competido y ha sacado un punto ante el potente Gimnàstic de Tarragona, uno de los históricos que compite en la nueva categoría. Sin duda, es un espaldarazo moral.

El equipo de Alejandro Acejo ha peleado como un jabato ante uno de los equipos más hechos y que menos goles encaja de la categoría, un Nástic que peleaba por un triunfo para mantenerse tercero, en los puestos altos que al final de la temporada dan derecho a luchar por el ascenso a Segunda División, su gran objetivo.

No es el del filial, claro, que pugna por sobrevivir en esta complicadísima competición con la que la Real Federación Española de Fútbol ha reducido los equipos de la tercera categoría del fútbol nacional, la antesala del fútbol profesional. Aunque la mayoría de los equipos que militan en ella ya se pueden considerar profesionales a todos los efectos.

Los jóvenes de Alejandro Acejo, entre los que hay varios futbolistas aún en edad juvenil, firmaron un encuentro muy serio en el que tan sólo echó en falta el gol para completar uno de los mejores encuentros de la temporada hasta ahora.

En un choque muy igualado, el filial sevillista buscó sin éxito los tres puntos, mostrando mucha fuerza en la parcela defensiva logrando firmar una nueva portería a cero, ante un equipo con potencial ofensivo para luchar por altas metas.

Desde el inicio del encuentro, buscó el Sevilla Atlético el dominio del esférico bajo la lluvia que hacía acto de presencia en el Estadio Jesús Navas. Con una presión muy elevada, el cuadro catalán frenó las embestidas locales para llegar de igual forma con peligro a la portería defendida por Javi Díaz. 

En la primera mitad, el portero sevillista atajó sin problemas un disparo lejano de Pablo Fernández. Por su parte, el filial sevillista buscó el ataque firmando continuas llegadas por banda derecha con un Juanlu muy participativo en labores ofensivas y defensivas. En el tramo final de la primera mitad, Iván Romero buscaba la desigualada en el luminoso con un disparo raso desde el área visitante que despejaba la defensa tarraconense.En el arranque de la segunda parte, Javi Díaz mantenía la igualada con una gran estirada al disparo a bocajarro de Carbia. La parada del guardameta sevillista, que levantaba al público congregado en la tarde lluviosa de fútbol vivida en la capital hispalense, daba alas a un filial que volvía a sumar efectivos en campo rival para encontrar la portería defendida por Manu García. La réplica del Sevilla Atlético pasó por las botas de un Nacho Quintana que, desde la frontal, probó fortuna con un disparo potente desviado por la defensa.

En el tramo final del encuentro, movía el banquillo Alejandro Acejo buscando frescura en la parcela ofensiva local. Carlos Álvarez, tras salir desde el banquillo, protagonizó una de las últimas ocasiones del envite con un disparo desde el vértice del área que terminaría en un córner en el que poco le faltó a Aspar para poner en aprietos a Manu García. No se movió el luminoso en el encuentro, sumando un punto muy importante el filial sevillista de cara a la próxima cita liguera ante el FC Barcelona B.