La paradoja de ir sumando piezas y más piezas de ataque

El partido del Sevilla | Análisis

El Sevilla perdió en determinadas fases la batalla por la superioridad numérica en el centro del campo al reajustar el dibujo

Lopetegui acabó el partido con cinco delanteros puros

Informa táctico.
Informa táctico. / Departamento Infografía
Jesús Alba

14 de marzo 2022 - 06:26

El Sevilla, quizá como le pide gran parte de la afición, trató de sumar más efectivos en zonas de ataque a riesgo de desprotegerse atrás, lo que no le sirvió ni para una cosa ni para la otra. No le dio para llevarse los tres puntos esa variación en el esquema táctico que sí le sirvió ante el West Ham forzado por la falta de medios centro a última hora por la imposibilidad de jugar de Rakitic. Ayer el suizo croata sí estaba disponible, pero a Lopetegui le gustó cómo se comportó el equipo con ese dibujo más cercano al 1-4-2-3-1 y situó a Óliver Torres por delante para que el extremeño se alternara con Munir en esa posición de segundo punta por la que también paseó Rakitic en algunos momentos.

Informe Técnico
Informe Técnico / Departamento Infografía

Todo en un partido en el que el guipuzcoano fue sumando jugadores ofensivos para acabar con hasta cinco delanteros, dos de ellos como carrileros con una defensa de tres centrales, y que se convirtió en el tramo final en un peligroso ida y vuelta constante.

Defensa

El sistema defensivo del Sevilla está habituado a armarse con tres hombres en el centro del campo por detrás de esa fuerte primera línea de presión, pero Lopetegui restó una pieza de ese triángulo para reforzar la línea de mediapuntas, con lo que en alguna fase del partido el Rayo Vallecano generó superioridades numéricas en torno a esos dos hombres que eran Delaney y Rakitic. A veces es cuestión de adelantar o retrasar la zona en la que el equipo tiene más gente en la presión al contrario y ahí el Sevilla se vio a veces en desventaja, como en la génesis del gol de Bebé, desaplicación grave de Augustinsson aparte.

En el inicio defensivo, Óliver Torres se metió en ese papel que a veces intercambiaba con Munir para irse a la izquierda.

El déficit defensivo se fue acuciando conforme Lopetegui introducía piezas de ataque.

Ataque

El Sevilla pasó por diferentes fases, pero en líneas generales pecó de falta de conexión entre las líneas. En la fase de iniciación también prefirió el técnico que la defensa se adelantase algo para no facilitar la presión del Rayo en la salida del balón y que la falta de jugadores importantes fuera un lastre en situaciones límite ante el acoso intenso del rival.

Sólo la salida de Tecatito Corona arrojó algo de luz, junto con la llegada en segunda línea, sobre todo de Delaney, en el gol y en otras acciones.

Al final, coincidieron muchas piezas ofensivas, tres delanteros puros, Rafa Mir, En-Nesyri y Martial y dos extremos como carrileros, Ocampos y el mexicano.

Virtudes

Por intentarlo no iba a quedar. No se puede acusar a Lopetegui de no ir a por el partido. Sacó todo su arsenal de ataque.

Talón de Aquiles

Faltó ajustar las zonas de superioridad e inferioridad numérica con el rival en una variante del esquema que no está tan asimiliada en la plantilla como el 4-3-3 de cabecera en el modelo de Lopetegui. También entró el partido en un correcalles peligroso fruto de ese ímpetu de ir a por los tres puntos. Tanto que parecía una eliminatoria de Copa.

stats