El 2023 pasará a la historia del Sevilla Fútbol Club por la consecución de la séptima Europa League, pero, pese a que parezca una contradicción, los recuerdos en el cómputo general serán más malos que buenos. José Luis Mendilibar levantó ese título que tantas alegrías le ha dado a la afición nervionense, aunque tan sólo se trató de una gota de sol entre mucha tormenta, de 15 kilos de plata entre mucho, demasiado, plomo.

Cuatro entrenadores -Jorge Sampaoli, José Luis Mendilibar, Diego Alonso y Quique Sánchez Flores-, diez derrotas en liga -durante el año natural- y un último encuentro que evidenció la realidad del Sevilla: termina el año 2023 mucho más lejos de los de arriba que en los anteriores.

Impotencia y 'ganas' por terminar

El pasado 31 de mayo, el Sevilla alzó su séptima Europa League, un hito que dio esperanzas a una afición cansada de la situación de su entidad. Sin embargo, el comienzo de la 2023/24 no ha hecho más que acercar a los fantasmas del pasado e, incluso, 'superar' el inicio de la anterior temporada. En apenas tres meses de competición, el Ramón Sánchez-Pizjuán ha visto hasta tres entrenadores sentados en el banquillo local: José Luis Mendilibar, Diego Alonso y Quique Sánchez Flores.

Con el técnico madrileño, el plan esperado -o, más bien, deseado- en el club es que levante una situación límite, aunque él solo no puede ganar esta guerra. En el último 'Desde Dentro' del año -puede verlo en la cabecera de esta noticia- se puede apreciar a la perfección el ánimo y la impotencia de un vestuario que ve que con lo que tiene no le da. Posee mimbres suficientes para mantener la categoría holgadamente -es un deber-, pero lejos ha quedado ya ese tiempo antaño en el que el Sevilla miraba directamente a los ojos a los puestos nobles de la tabla.

Acudir al mercado de fichajes no es una opción, es una obligación. El Sevilla espera hacer varios movimientos, más allá de la salida de Fernando Reges y la promoción al primer equipo de Isaac Romero. Sin embargo, otro año más, todo quedará supeditado a la situación económica del club y a la habilidad del director deportivo para 'colocar' a jugadores que no cuentan para el entrenador.

La derrota en el Cívitas Metropolitano, ante un Atlético de Madrid con uno menos desde el minuto setenta, es un baño de realidad: renovar o firmar una temporada -descartando el perder la categoría- sin más.