El ancla, el déficit que nadie ve

La baja de Medel airea las carencias de la plantilla en un puesto clave para el funcionamiento de un equipo, el medio centro de cierre. Marcelino reubicará ante el Athletic a Fazio pese a verlo como central, mientras Salva luce su sentido táctico en el filial

Jesús Alba / Sevilla

18 de noviembre 2011 - 05:02

En el verano de 2010, no el pasado, sino el anterior, hubo quien aconsejó a Monchi que se replanteara la posibilidad de firmar a un medio centro de cierre e incluso recibió varios ofrecimientos de futbolistas, que recusó confiando en tener cubierto el puesto con Zokora y Fazio. La sangría de goles que recibió el sistema defensivo propició que en el mercado de invierno el de San Fernando, o las personas en las que delega, firmara a Gary Medel, quien a la postre recibiría multitud de elogios junto a su compañero de aventuras en el Sevilla a partir de febrero, Ivan Rakitic. Ambos -se decía- cambiaron para mejor al Sevilla durante la segunda vuelta.

Ahora, casi un año después, cuando se habla de refuerzos no hay conversación, tertulia e información en la que no salga a relucir la conveniencia de fichar un delantero como pide Marcelino prácticamente desde su llegada. Se está hablando incluso de la llegada de un central, pero no sale por ningún lado nadie lanzando la idea de que sería conveniente reforzar el centro del campo con un futbolista que complemente al chileno, cuya baja esta semana por sanción va a ser cubierta ante el Athletic por el argentino Federico Fazio. Sin entrar a valorar la capacidad futbolística de un jugador que en cuatro años ha levantado en Sevilla a partes iguales filias tan grandes como fobias, basta simplemente recordar unas palabras del propio Marcelino afirmando que para él Fazio es y será defensa y que en el centro del campo sólo podría ser un recurso para entender que el asturiano no ve un sustituto de garantías en la plantilla para Medel.

Para tratarse de un puesto muy específico y de una importancia capital en el funcionamiento de un equipo, como demostró el chileno la pasada campaña, resulta curiosa la tranquilidad con la que los responsables de la planificación deportiva se han tomado este asunto. Aún no ha ocurrido, pero también es de prever que el físico de Medel diga basta en cualquier momento después de un verano sin vacaciones a causa de su participación con Chile en la Copa América. Su presencia en el torneo sudamericano duró hasta el final, ya que Chile, que llegó a semifinales, disputó el mismo número de partidos que Uruguay, ya que hubo de jugar el partido por el tercer y cuarto puesto. Todo ello, unido al gran esfuerzo que Medel debe realizar en cada encuentro que disputa en el Sevilla por la cantidad de jugadores ofensivos con los que lo rodea Marcelino invita a pensar en que es un futbolista con riesgo más que suficiente como para sufrir lesiones musculares, por no hablar de que va casi a amarilla por jornada.

De todas formas, no hay por qué extrañarse viendo la corriente general en el fútbol español en este puesto. Salvo los grandes, que sí firman este tipo de jugadores pese -en teoría- necesitarlos menos (Sahin, Khedira, Mascherano...), el resto se afana en reforzarse con mediapuntas y organizadores. Aspirantes como Valencia y Villarreal se encomiendan a veteranos como Albelda y Marchena. El Sevilla no es ajeno a esta fiebre que parece olvidar un perfil de futbolista a veces maltratado por la prensa y no entendido por el aficionado medio.

Así, pese a no confiar en él en ese puesto, Marcelino le va a dar el mando del partido ante el Athletic a Fazio, un futbolista que ha levantado ya muchos recelos en la grada. Muy acertado en el Camp Nou como central, no juega en el centro del campo desde que el asturiano lo alineó en el Reyno de Navarra, donde ofreció dos caras bien distintas, una en el primer tiempo desbordado y fuera de sitio y otra tras el descanso mucho más pausado y culpable de cierta mejoría en el fútbol practicado por el Sevilla. Nadie duda de la calidad y el buen sentido futbolístico del argentino, pero sí de su velocidad de reacción en unos metros en los que puede cruzarse mucho con Muniain.

En la primera plantilla no tiene más Marcelino. Guarente, aparte de que su rodilla no ofrece garantías, no puede catalogarse como futbolista de ese perfil, que en ningún caso serán jamás Trochowski, Rakitic ni Campaña.

Mientras, en el filial sigue destacando Salva, quien en la pretemporada sí convenció a Marcelino hasta el punto de llegarlo a ver como el sustituto natural de Medel. Sin embargo, la importancia del partido ante el Athletic y toda la carga de morbo que trae añadida con la presencia de Marcelo Bielsa (primera opción de Del Nido este verano) en el banquillo rival hace que no se atreva a dar ese puesto a un joven jugador que sí tiene las dotes tácticas para ejercer de verdadera ancla. Esta misma semana Ángel Prados, ojeador del Real Madrid, lo comparaba en el diario Marca con Busquets, quizá precipitadamente. El domingo hizo un gran partido ante el Cádiz y ayer se entrenó con el primer equipo, pero jugará Fazio. Quizá también porque a Marcelino le han dicho que esta semana tuvo algunas molestias físicas.

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