Sevilla FC

Esos conocidos errores (0-2)

  • Un Sevilla mandón, dinámico y presionante, pero con poca llegada, cae ante la Sampdoria en dos contragolpes aislados mal defendidos. El circunstancial once resta hierro al tropiezo.

Fue como un deja vu. Se entornaban los ojos, evitando de paso apreciar el poco afortunado diseño de la camiseta, y se atisbaba un Sevilla cien veces visto como visitante. Un equipo mandón, dinámico, con llegada pero sin la adecuada precisión, ni templanza ni profundidad en los metros finales como para hacer daño de verdad a un rival bien ordenado atrás. Un constante querer y un bullir de buena voluntad hasta que un balón suelto, un contragolpe inesperado, acababa con todas las buenas intenciones y con la imagen dada hasta ese momento. A partir de ahí, energía desparramada por el campo pero sin que nadie la canalizase de forma positiva y un segundo contragolpe que termina de tumbar al Sevilla. Los viejos y conocidos errores están ahí, por mucho que Emery se empeñe en enterrarlos.

En descargo del entrenador sevillista hay varios factores a tener en cuenta. En primer lugar, lo circunstancial del once inicial. También la rigurosidad del malagueño Melero López al expulsar primero a Luismi y ya en las postrimerías a Bacca. Y también que durante gran parte del partido el Sevilla mostró su nuevo ideario con fe y determinación. Y eso es importante a estas alturas de pretemporada, cuando ya asoma la competición con poco margen para cambiar de rumbo.

Tras la frustrante final de Cardiff, Emery dispuso un once con varios canteranos y algún descarte, como Cicinho, para repartir esfuerzos y premios. Pero el esbozo de equipo quedó igualmente retratado, con dos o tres ideas básicas bien definidas, tanto en ataque como en defensa.

Por ejemplo, mientras llega el medio de creación, es decir, Ever Banega, la distribución del juego se la reparten varios jugadores, con preeminencia para los ocupantes de la mediapunta. Iborra más que Cotán, que se ocupó de la vigilancia defensiva como medio más retrasado, iniciaba el juego y los mediapuntas se encargaban del resto. En ausencia de Denis Suárez, Reyes quedó más liberado para bajar a recibir y conducir los ataques. El dinamismo de los integrantes de esta línea, Aleix Vidal, Iago Aspas, Reyes y Juan Muñoz, propició que los teóricos ocupantes de las alas intercambiaran constantemente sus posiciones. Lo mismo aparecía Aleix Vidal por la izquierda que Iago Aspas por la derecha, o que conectaba por dentro Reyes con Juan Muñoz, o que éste tiraba un desmarque escorado a la derecha. Y esto le dio el dominio del balón al equipo de Emery, aunque faltó la precisión necesaria para que las llegadas al área tuvieran un efecto positivo.

Otra idea que quedó plasmada es que el repliegue defensivo del equipo, incluyendo a futbolistas con tendencia a distraerse como Iago Aspas o Reyes, es bastante rápido. En eso parece estar ganando la batalla Emery, que el curso pasado tuvo muchos problemas en esta faceta. Les va metiendo en la cabeza a los suyos que perder la pelota es sinónimo de iniciar la presión al rival más cercano o esprintar hacia atrás para recuperar las posiciones originales. La Sampdoria no es que forzara mucho al Sevilla, pero sí tiró varios contragolpes a los que respondieron los de rojo -o lo que sea- con inmediatez. Sin embargo, por ahí murió el Sevilla.

Cuando el equipo estaba agarrándose más al encuentro, poniendo cerco al área de la Sampdoria, una pérdida en la salida del balón y un centro a la espalda de la defensa bastó para desbaratarlo todo. Luismi tocó por detrás a Okaka, el fornido delantero se dejó caer al notar el contacto y Melero López expulsó al canterano y decretó penalti. Eder batió a Barbosa y el Sevilla se aprestó a apretar los dientes para darle la vuelta a la tortilla pese a jugar con uno menos.

La dinámica del partido no cambió un ápice. Los italianos, aun con uno más, siguieron pertrechados atrás. Pero en otra contra en la que Soriano avanzó muchísimos metros sin que nadie lo estorbara Gabbiadini sorprendió con un zurdazo al segundo palo, un buen gol.

La entrada de futbolistas con vitola de titular, Carriço, Krychowiak, Denis Suárez y Bacca, no varió la realidad del partido. El Sevilla necesita aún ajustes importantes y le faltan piezas clave, pese a que las ideas parecen esbozadas y el colectivo las lee con convicción. Pero el aviso está ahí.

Ficha técnica:

0- Sevilla FC: Barbosa, Cicinho, Luismi, Fazio, Diogo, Iborra, Aspas (Krychowiak, m. 76), Vidal, Reyes (Denis, m. 63), Cotán (Bacca, m. 76) y Muñoz (Carriço, m. 60). 

2- Sampdoria: Dacosta, Cacciatore, Salamon, Gastaldello, Reggini, Palombo, Soriano (Bergessio, m. 86), Obiang, Gabbiadini, Eder y Okaka. 

Goles: 0-1. M.54. Eder, de penalti. 0-2. M.71. Obiang. 

Árbitro: Melero López (colegio andaluz). Expulsó al entrenador del Sampdoria, Sinisa Mihajlovic (minuto 13), al central sevillista Luismi (minuto 54) y a su delantero Bacca (minuto 87). Amonestó con cartulina amarilla a Gabbiadini, Fazio, Salamon, Obiang y Krychowiak. 

Incidencias: Segunda semifinal del LX Trofeo Ramón de Carranza, disputada en el estadio Ramón de Carranza de Cádiz. Menos de un tercio de entrada. Terreno de juego en buenas condiciones.

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