Un epílogo indecoroso; un futuro inquietante

El Sevilla cierra otra temporada impropia de su historia en la que primó el interés crematístico de sus gestores con decisiones a cada cual más incoherente; Si la planificación fue pésima, qué decir de la que se vislumbra...

El último servicio de Caparrós: para unas gambitas le da

Sow, Lukébakio, Agoumé, Nyland, Idumbo y Ejuke bromean mientras disputan un rondo.
Sow, Lukébakio, Agoumé, Nyland, Idumbo y Ejuke bromean mientras disputan un rondo. / Juan Carlos Vázquez

Quizá lo que más descorazona al sevillismo es que nada tiene pinta de cambiar a corto plazo. Lo de la paz social llena la boca de cualquiera a la hora de pronunciarlo, como si fuera fácil. Pero que nadie mueve un dedo es la pura realidad. La situación se han enquistado tanto que el Sevilla parece encajonado en un estrecho túnel en el que ni para atrás ni para delante. La temporada acaba peor que empezó. Al inicio de campaña había un proyecto, bueno o malo pero un proyecto. Ahora no hay nada.

Con Joaquín Caparrós al frente permitiéndose el lujo de hablar de gambas y de coquinas y de hacer cuando puede publicidad institucional a la provincia de Cuenca, la afición le agradece una vez más su demostración de sevillismo. Pudo pasar cualquier cosa, pero afortunadamente su figura lideró el triunfo definitivo, quedando la relexión –sin duda acertadísima– de que si un chico que llegó para el Sevilla C era el encargado de tener que sacar las castañas del fuego, en la casa convendría empezar a hacer limpieza desde el zaguán al cobertizo. Otra demostración de cómo las decisiones se siguen tomando por puro miedo a lo que pueda pasar es el repentino cambio de criterio con el futuro de García Pascual por el simple hecho de ser el autor del gol clave ante Las Palmas. De tener atado un futuro en el Cádiz a pasear y exhibir a sus agentes por la ciudad deportiva. Mucho más de lo soñado.

La Previa
La Previa

Dicen que ahora es cuando hay que analizar y evaluar el trabajo de los profesionales. Pero ya está todo dicho antes de este Villarreal- Sevilla indecoroso con que se pone final a otra temporada –la tercera– en la que se ha jugado con fuego. Lo más normal en estos casos es quemarse a la próxima en la que se tiente a la suerte... Y la caprichosa fortuna está recibiendo muchas tentaciones de un tiempo a esta parte.

El Sevilla echa el cierre a otra temporada para guardar en el cajón del olvido, pero también para aprender... y si es para echarse a un lado en el caso de algunos, también, cosa que no va a suceder. Lo que ocurre es que el interés propio puede más que la gestión responsable y la sociedad hace tiempo que se convirtió en un corral donde cada perro esconde su hueso.

La afición no sabe ya cómo exteriorizar la rabia y la impotencia que siente, pero este Villarreal-Sevilla es otra indecorosa demostración de hasta dónde ha caído esta sociedad. El equipo de Marcelino celebrará ante su público el regreso a la Champions League, aquella competición que se había convertido en el “campamento base” del Sevilla que manejaba Pepe Castro.

Lo peor es que el futuro da miedo. Porque si el futuro pasa por Garcías Pascuales y Peques lo normal es que ningún entrenador quiera venir, como ya ocurrió con el asturiano Marcelino o con otros como Jagoba Arrasate o Baraja, máxime si se empeñan en que nada cambie en los que toman las decisiones.

Mientras algunos ya se han despedido (Lokonga, Saúl, muy probablemente Badé...), el partido significará el adiós de otros futbolistas cuyo futuro está sin duda lejos de Nervión. Suso acaba contrato, Álvaro Fernández también, Lukébakio es casi el único activo para una hipotética venta, Marcao también debería enfilar la puerta...

Por tercer año consecutivo, la tristeza recorre el sentir del sevillista de a pie en el final de la temporada, un triste e indecoroso epílogo que tampoco parece cerrar ninguna puerta. Al menos el aficionado no vislumbra ningún rayo de luz, sino más guardar el cortijo propio, más batallas accionariales y en los juzgados y más insatisfacción y sentimiento de impotencia. Una pena...

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