El fútbol que no pintaría Leonardo da Vinci

Sevilla - Alavés

Los dibujos de anatomía del artista del Renacimiento italiano no casan con la aplicación de la regla

Raza, agua e impotencia en una tarde muy otoñal

Ocampos salta ante Martín bajo el diluvio en Nervión.
Ocampos salta ante Martín bajo el diluvio en Nervión. / Antonio Pizarro
Jesús Alba

21 de noviembre 2021 - 06:16

En una mezcla de sensaciones, el sevillismo vivió una tarde otoñal con tintes de invierno cerrado. Mucha agua, poco público. Una combinación que empieza a ser habitual en el Ramón Sánchez-Pizjuán mientras al consejo de administración se le exige una reforma integral (como el pan de las dietas) con una ampliación de aforo. Todo, mientras la cifra de abonados de los de verdad, de pago y con asiento, es más misterio que las lesiones de la primera plantilla del Sevilla. Bueno y de la segunda también. Eso sí, que la afición del Levante no se moje y la del Sevilla sí...

En el verde, una vez más la impotencia de un fútbol desnaturalizado, un futbol que no entendería ni Leonardo da Vinci, imposible de plasmar en sus dibujos de anatomía humana. El hombre de Vitruvio, la célebre ilustración del florentino en la que exhibe las proporciones ideales del hombre, sería perfectamente una lección visual para el estamento arbitral, empeñado en convertir en robots sin vida a los defensas. O los innumerables dibujos del Renacimiento italiano que explican la estructura musculo-esquelética de los hombres de hace 500 años, que debían de ser parecidos a los de ahora.

Las manos de Ocampos en el gesto instintivo de apartar la cara en la barrera es sólo una muestra más que se une a la de Fernando en Son Moix y a otras tantas que se han dado y se seguirán dando en la Liga. Una muestra de que los monitores de alta definición y 8K no son más precisos que el lápiz de Leonardo. O empecemos por ahí, entendamos primero de anotomía y después de reglas del juego.

Pese a todo ello, los jugadores del Sevilla no se puede negar que pusieron raza para superar todas las dificultades y que merecieron más botín que ese rakítico punto que les permitieron dormir líderes, pero no a pierna suelta, pues está la certeza de que será un liderato más efímero de lo que hubiera sido con una victoria sobre un Alavés que demostró por qué vino, como dicen los jóvenes ahora, con la flechita hacia arriba.

El derechazo del suizo-croata fue agua de mayo en noviembre y hasta pudo ser mejor con el balón que le sacaba Pacheco en la raya a Munir. Pero queda esa sensación de impotencia que explicaba perfectamente el propio Rakitic al acabar el partido. “Hay cosas que no entendemos del todo”. Ni Leonardo lo haría.

La ocasión perdida de Idrissi para subirse al carro

Reclamaba oportunidades Oussama Idrissi y el extremo neerlandés de origen marroquí no se mereció ni llamar la atención de su seleccionador, que eso es lo que le faltaba al Sevilla, una cuarta baja en enero por la Copa de África. Pero de todas formas el ex jugador del AZ Alkmaar, tras su cesión en el Ajax, no dio la talla y así no convence a Lopetegui. La ocasión que tuvo al inicio del partido, en la que le costó un mundo arrancar, puede ser la excusa perfecta que arguyan el vasco y Monchi para liberar su licencia en enero con otro jugador en el mercado. Fue titular por segunda vez y no agarró la camiseta.

stats