¿Está Erasmus en peligro?
Después de 25 años de éxito y con más de tres millones de beneficiados, muchos temen que las ayudas a la movilidad intereuropea sean también víctimas de la crisis
A pesar de que le avalan 25 años de historia y más de tres millones de estudiantes europeos, mucha gente se pregunta actualmente si el programa de movilidad académica Erasmus será víctima de la crisis y de los recortes anunciados para las becas de los universitarios que optan por estudiar un curso lejos de su país de origen.
Universidades y alumnos coincidieron en responder a Efe "no" al preguntarles si creen que el programa Erasmus está en crisis o peligra su funcionamiento.
Así, el vicepresidente del Consejo de Estudiantes Universitario del Estado (Ceune), Gabriel Martín, aseguró que las universidades "nunca dejarán de potenciar los programas de intercambio por la proyección que ello conlleva", a pesar de que haya alumnos que viajan sólo con 120 euros al mes en ayudas y otros con más de 700 euros.
"Erasmus ni está en crisis ni en peligro", según Martín, que destacó que lo que sí "está claro" es que las dotaciones "son y serán menores" y los estudiantes que opten a ese programa deberán financiarse a través de su familia o trabajar para poder contar con dinero suficiente para sobrevivir fuera de casa.
Desde la Universidad Complutense de Madrid se afirmó que la cifra de alumnos que apuestan, gracias a su buen expediente académico, a una beca Erasmus se mantiene e incluso sube: en el curso 2010-11 se acogieron a este programa en este centro 1.892 alumnos y llegaron de fuera 1.789, y en 2011-12 lo disfrutaron 2.066 estudiantes y 1.934 de otros países europeos.
María, una estudiante de Periodismo de la Universidad Carlos III de Madrid y que el pasado año disfrutó del programa Erasmus en Irlanda con 300 euros mensuales, opinó que la reducción de becas puede hacer que algunos estudiantes tengan "más dificultades" para optar a esta experiencia, pero que siempre se puede ir a países como Lituania o Rumanía donde el nivel de vida es más barato todavía.
La polémica rodeó a Erasmus desde que hace unas semanas el Ministerio de Educación anunciara que los Presupuestos 2013 rebajan la financiación a este programa educativo de los 41 millones de euros de 2012 a 15 millones de euros y, además, la Unión Europea alertó que los fondos para estas becas podían estar en grave peligro.
La secretaria de Estado de Educación, Formación Profesional y Universidades, Montserrat Gomendio, aseguró entonces que España ya había recibido el 80% de los fondos europeos para los estudiantes que se marcharon a cursar sus Erasmus, y que el siguiente pago (del 20%) se hará en junio sin ningún problema.
Las ayudas a la movilidad Erasmus -oficialmente Plan de Acción de la Comunidad Europea para la Movilidad de Estudiantes Universitarios- provienen, además de la Unión Europea y del Ministerio de Educación, de las distintas Comunidades Autónomas. Pero mientras la madrileña ofrece cero euros, otras como la Junta de Andalucía -los alumnos andaluces, especialmente los granadinos son de los que más apuestan por Erasmus- puede dar más de 300 euros mes/alumno.
Gabriel Martín explicó que las ayudas europeas son fijas y que, por ejemplo, si en el curso 2010-2011 se fijaron 120 euros mes/alumno, para 2011-12 fueron 111 euros mes/alumno.
Igual ocurre con el Ministerio, que en el curso 2010-2011 aportaba 172 euros mes/alumno y en 2011-12, cuando viajaron 31.000 estudiantes españoles, 150 mes/alumno, cifras que pueden aumentar según el país de destino y si los estudiantes están becados durante su carrera.
Para el secretario del Sindicato de Estudiantes, Tohil Delgado, los recortes de Educación para Erasmus están enmarcados en "los ataques del PP contra las condiciones de vida y de presente y futuro de los jóvenes".
Delgado reconoció que Erasmus "no es una panacea" porque sólo "unos pocos" pueden aprovecharlo, pero se trata de una forma de mejorar idiomas de cara al futuro laboral.
El espíritu Erasmus, que toma el nombre del teólogo y humanista holandés Erasmo de Rotterdam, defensor de la idea de una Europa unida más allá de las fronteras, parece que seguirá vivo a pesar de la crisis, aunque tendrá dificultades, ya que las universidades apuestan por ello.
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