Cuando realizamos un pago por TPV y la operación se realiza con éxito, la persona a la que le estamos pagando ese servicio siempre nos hace la misma pregunta: "¿Quieres copia?". Tanto si tu respuesta habitual es sí como si no, el Banco de España hace hincapié en prestar atención en el momento del pago, ya que esto puede derivar en problemas futuros.

Con el uso del contactless, basta con acercar la tarjeta al TPV y automáticamente te hacen el cargo sin necesidad de introducir el PIN, esto hace que en ocasiones no comprobemos el importe que aparece en la pantalla. Pidas o no la copia, es fundamental revisar este dato antes de proceder con el pago.  

Los pagos que no requieren de la clave de seguridad están limitados actualmente hasta 50 euros, de esta forma, si el importe supera esta cantidad es necesario pedir el PIN, lo que te "obliga" a mirar el terminal. Hasta esa cantidad, puede producirse un error que, una vez cometido, es difícil solucionar.

Además de comprobar la cantidad que estás abonando, guarda el ticket de compra del comercio. Así podrás comprobar que el importe del cargo de la tarjeta coincide con el de la compra. Si no quieres imprimir innecesariamente por cuestiones medioambientales, recuerda que en muchos establecimientos existe la posibilidad de obtener un ticket electrónico.

Como práctica habitual es aconsejable, además, revisar los movimientos que se realizan con nuestra tarjeta bancaria. Esto ayuda a llevar un control de las operaciones que se realizan y hace que, en caso de una actividad sospechosa, nos demos cuenta a tiempo para tomar las medidas pertinentes.

Como nunca está de más ser precavido, también se puede consultar con nuestra entidad bancaria si existe la posibilidad de que nos llegue un SMS al teléfono cada vez que se realice una operación con nuestra tarjeta. 

El método de pago contactless más popular en España es el pago con tarjeta sin contacto (79%), seguido del pago con el móvil (33%) y con dispositivos inteligentes como Fitbit (5%). Esto ha facilitado la vida de los ciudadanos pero siempre hay que tener en mente los riesgos a los que nos podemos enfrentar y, de esa manera, solventarlos antes de encontrarnos ante cualquier contratiempo.